Traducción y Edición al Español: BlackCyan
Prólogo
"Esto... Esto es malo".
Ese fue el primer pensamiento que brilló en mi mente cuando el monstruo frente a mí abrió sus labios rojo carmesí, precipitándose hacia mí con la boca abierta.
En un rincón particularmente rural de las tierras se encontraba el Reino de Yaaran, y en las afueras del reino había una pequeña ciudad llamada Maalt. Yo, Rentt Faina, un aventurero de la clase baja Bronce, me encontraba cazando monstruos débiles en el Laberinto de la Luna Reflejada—que, si puedo añadir, estaba cerca de la localidad de Maalt. En este día, al igual que cualquier otro, continué mi caza incesante de Esqueletos y Goblins, reuniendo los pocos materiales y minerales mágicos que pude.
Esa era mi rutina diaria, después de todo; básicamente hacía lo mismo todos los días, volviendo a la ciudad por las tardes y dejando los materiales recogidos en el gremio de aventureros por una humilde suma de monedas. Al menos, eso era lo que tenía la intención de hacer hoy, como siempre he hecho antes.
Sin embargo, la interrupción de mi bien establecida rutina fue repentina y abrupta—una rueda dentada en los engranajes, si quieres.
Tal vez debería elaborar un poco sobre el tema de los laberintos. Mientras recorría las cámaras y caminos de la Luna Reflejada todos los días, había poca o ninguna posibilidad de que me perdiera. Irónicamente, fue esta familiaridad la que me arruinó, porque había descubierto lo que parecía ser un camino nuevo y diferente a lo largo de mis rutas antiguas y familiares. Supongo que se podría llamar mala suerte.
Sí, vayamos con eso.
En circunstancias normales, probablemente hubiera pasado por alto tal cosa. Los aventureros, después de todo, se suponía que eran individuos que se aventuraban. Habiendo dicho eso, la definición de "aventura" no se precipitaba exactamente a situaciones sin un tipo de vigilancia o planificación previa.
En realidad, sin embargo, había muchos más aventureros que simplemente cargaban hacia adelante en cualquier situación—y, aunque me avergüenzo de contar entre ellos, yo también cometí esos errores.
Probablemente me haría bien elevar un solo punto en mi defensa aquí:
Para empezar, el Laberinto de la Luna Reflejada fue descubierto hace siglos. Encontrar nuevas cámaras y caminos en un laberinto tan bien explorado era prácticamente inaudito—en otras palabras, fue un gran descubrimiento. Uno podría deducir sumariamente que un tipo de grimorio mágico o arma con un precio tremendamente ridículo se encontraba al final de este misterioso camino. Además, uno podría alcanzar cierto grado de fama y fortuna trazando un área de un laberinto previamente inexplorada.
Y así fue como entré en este extraño camino, con pensamientos de posibles riquezas nublando mi mente y mi juicio. Mi viaje de exploración de corta duración, sin embargo, no terminó bien. Pronto me encontré cara a cara con un monstruo de proporciones gigantescas en una cámara grande. Y cuando llueve, diluvia—o eso dicen. El monstruo, de todas las cosas, tenía que ser un Dragón.
Ya sabes. Dragones. Monstruos que estaban en la cima de la jerarquía de monstruos. Normalmente, uno tendría que ser un aventurero de clase Platino o Mithril para incluso tener una oportunidad contra ellos, ya que ellos eran el monstruo de los monstruos.
A primera vista, se veía un poco diferente a la visión habitual de un Dragón. Si bien la mayoría de los Dragones se veían de cierta manera, esta era marcadamente diferente—era como una serpiente grande, o tal vez una rana. Sin embargo, no había dudas de que el monstruo en cuestión era un Dragón de algún tipo—al menos, eso era lo que yo pensaba.
Los desafortunados aventureros que se cruzan con Dragones generalmente no salen vivos para contarlo. Como los Dragones usualmente no aparecen ante las personas muy a menudo, los reportes de los testigos son raros, tal vez históricamente. De hecho, incluso podría contar instancias registradas existentes en con los dedos de las manos. La leyenda cuenta que no había más de cuatro Dragones en el mundo, y se decía que su fuerza rivalizaba incluso con la del rey demonio. Algunos dirían que no eran monstruos, sino seres divinos, mientras que otros dirían que incluso estaban más allá de eso.
En otras palabras, alguien como yo, que había estado atrapado en la clase Bronce durante eones a pesar de sus mejores esfuerzos, sería totalmente aplastado y derrotado si el Dragón levantara el dedo meñique.
—Por un momento, me pregunté si los Dragones realmente tenían dedos.
Con un Dragón apareciendo ante mí, no tuve más remedio que sorprenderme—en primer lugar, no tenía ilusiones ni pensamientos de luchar contra él en absoluto. Esto, específicamente, fue el por qué decidí correr. Si no corría, seguramente moriría—y entonces mis pies comenzaron a moverse, como deberían.
Pero entonces—
Supongo que el Dragón realmente era el monstruo de los monstruos, ya que rápidamente notó mi intento e intención de escapar.
Tal vez no pudo evitar notarlo, al igual que mis pies no pudieron evitar congelarse en el acto. De esa manera, me encontré incapaz de moverme.
Tal vez era más exacto decir que mi propio cuerpo se negó a moverse. Ni siquiera se movió. Un individuo normal se preguntaría por qué fue este el caso—si fuera, por ejemplo, una persona normal que nunca antes se hubiera encontrado cara a cara con un monstruo.
Debido a mi larga permanencia como aventurero, sin embargo, no fue difícil para mí entender este fenómeno actual. Los aventureros eventualmente aprenden a leer a sus oponentes independientemente de su naturaleza, ya sean humanos o monstruos. En resumen, la presión y el aura liberados por un ser de alta resistencia a menudo era suficiente para oprimir e intimidar a los débiles; dicen que es como ser aplastado por un peso pesado e invisible.
Al menos, así eran los rumores. Pero lo que experimenté fue exactamente eso.
Incapaz de soportar la presión que emanaba del Dragón, no pude moverme, completamente clavado en el suelo. Al darme cuenta de mi situación, deseé desde el fondo de mi corazón que el Dragón me perdonara. Sin embargo, probablemente no lo haría. Esto lo sabía muy bien.
En ese momento, todo lo que podía hacer era estar de pie y observar como el Dragón se acercaba más a mí—todo el tiempo rezando para que cambiara de parecer acerca de comerme. La realidad, sin embargo, no fue tan indulgente.
Después de que me vio, el Dragón rápidamente abrió su boca, cargando en mi dirección general. Por supuesto que iba a comerme—como se esperaba. Esa fue la conclusión a la que llegué cuando reflexioné, un tanto sin prisa, frente a la muerte.
Al mismo tiempo, una pequeña voz en mi cabeza me recordó cuán terrible era la situación, y el hecho de que pronto estaría muerto. Sin embargo, no había mucho que pudiera hacer al respecto—mi cuerpo simplemente no se movía.
Habían pasado unos diez años desde que me convertí en aventurero a la edad de 15 años. En aquel entonces, creía que un día superaría el rango de la clase Platino y me convertiría en uno de los pocos aventureros legendarios de clase Mithril—ese era mi sueño. cuando comencé por primera vez.
Por lo tanto, tomé misiones simples, ganando mi sustento diario mientras continuaba soñando con un futuro así. Cuando terminara con mis misiones diarias, continuaría con mi régimen de entrenamiento diario. Y aunque hice todo eso, parecía que todo terminaría aquí.
Fue patético; desafortunado, sí, pero sobre todo patético.
Con sentimientos de arrepentimiento y una extraña sensación de liberación sabiendo que mi vida relativamente sin sentido terminaría aquí y ahora, mi cuerpo quedó envuelto en la boca del Dragón—y eso fue todo.
◆◇◆◇◆
Lo que no esperaba, sin embargo, fue la extraña sensación de despertar después de un período de tiempo indeterminado. Parecía que me había despertado, independientemente de cómo estaba seguro de que me había comido un dragón, y cómo había confirmado mi muerte con estos mismos ojos. Sin embargo, aquí estaba yo, despierto.
Y entonces me di cuenta—
"Espera. No, no no no. Eso es imposible".
Eso fue lo que pensé cuando me desperté, confirmando la situación a mi alrededor.
Todo esto parecía imposible, particularmente la cuestión de lo que le había sucedido a mi cuerpo. No podía procesar lo que estaba sucediendo; aun así, primero, una mirada a mis manos estaba garantizada.
Fue entonces cuando la comprensión me golpeó. No había carne en mis manos—aunque debería haber habido—y tampoco piel. De hecho, todo lo que quedaba de lo que una vez fue mi mano era una serie de huesos blancos y delgados.
—Y eso era todo lo que había.
Sin embargo, esta extraña dolencia no se detuvo en mis manos; al parecer, había afligido cada centímetro de mi cuerpo. Mis pies también eran huesos llanos—sin carne ni piel en ninguna parte. Lo mismo era para mis muslos, así como para mis dos brazos.
En cuanto a mi cara... Bueno. No era una práctica común para los aventureros llevar espejos compactos. No hace falta decir que no tenía uno. Asumiría con una conjetura educada que probablemente tenía una calavera por cara. En otras palabras:
Yo, Rentt Faina, aventurero de la clase baja de Bronce, aparentemente había llevado a cabo un cambio de clase de "aventurero" a "Esqueleto" en algún momento.
"Imposible..."
se ve bastante interesante ooooo estas pequeñas preciosuras que salen de la nada para llenar mis ansias de seguir leyendo te amo destino, te amo traductor y te amo pinche autor-sama
ResponderBorrarno se por que me imagine un hentai al leer todo lo que escribiste y ver tu foto de perfil xD
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