The Strange Adventure of a Broke Mercenary C.181

Autor: Main
Traducción al Inglés: Lizz  |  Edición: Xemul
Traducción y Edición al Español: BlackCyan

Capítulo 181: De Quedar Atascados a Ser Atacados

Loren no sabía cómo transmitir lo que estaba viendo a los demás.

Al mirar hacia arriba, también vio innumerables puntos brillantes de vida en el techo, donde la luz de las linternas ni siquiera podía llegar. Seguramente estos no eran oponentes fáciles. Eran del tamaño de un humano, pero podían aferrarse a un techo tan alto. Para empeorar las cosas, ya estaban encima de ellos, pero nadie excepto Loren lo notó.

Pudo sentir un escalofrío recorriendo su columna vertebral.

Aquí había aventureros de rango Plata, junto con un Dios Maligno y un Demonio—todos eran muy capaces, todos luchadores de primera clase. Y no fueron descuidados. Todos fueron muy cautelosos y, sin embargo, nadie notó a las criaturas que estaban encima de ellos. La gente en general no estaba muy atenta a lo que estaba encima de ellos, pero esto fue diferente. Era una prueba de que estas criaturas sobresalían en el sigilo.

Cuando Loren abrió la boca para advertir a los demás, vio a Ritz, que caminó delante de él, tocando algo delgado que colgaba del techo. Al no tener tiempo para decir nada, Loren cargó contra Ritz y lo empujó al suelo.

"¿Loren?"

Lapis exclamó sorprendida por la acción repentina de Loren, pero Ritz estaba aún más sorprendido. Después de todo, él fue quien de repente fue derribado al suelo. Defenderse de un ataque repentino de un aliado, y nada menos que desde atrás, era imposible incluso para un aventurero experimentado de rango Plata como él.

Ritz estaba a punto de gritarle a Loren para preguntarle qué estaba haciendo cuando vio a Loren desenvainar su espada y cortar donde había estado hace un momento. La hoja de la espada se encontró con algo y lo cortó por la mitad, haciendo que un fluido azul salpicara. El rostro de Ritz se puso rígido ante tal escena.

"¡¿Uwah?!"

Jack retrocedió sorprendido y Nim lo pateó sin decir una palabra. Sin siquiera mirarlo, ella inmediatamente tomó una flecha de su aljaba, la colocó y disparó contra algo que caía del techo.

Otro cayó. Loren gritó mientras lo cortaba por la mitad:

"¡Gula! ¡Protege a Lapis!"

"De acuerdo. Déjamelo a mí".

Gula agarró a Lapis por los hombros y las dos se agacharon mientras miraban al techo. Loren vio entonces desaparecer las luces de vidas sobre ellos.

"¡¿Qué fue eso?!"

Jack gritó mientras Nim disparaba otra flecha. Su puntería era precisa a pesar de la falta de luz, y algo resultó muerto. Ritz lo vio caer y dijo con voz rígida:

"¿Insectos?"

"No. Esto es una araña".

Nim lo corrigió con calma. Preguntándose si valía la pena corregirlo, Loren enfundó su espada. La cosa que mató antes estaba tirada en mitades en el suelo, y seguramente parecía una araña, como había dicho Nim. Pero su tamaño era anormal—solo su enorme barriga era tan grande como Lapis o Quartz, los dos más pequeños de sus respectivos parties. Había un hilo atado a ese vientre, tan delgado que era difícil imaginar que provenía de algo tan grande. La araña lo había escupido y lo había usado para caer y atacarlos.

"¡Maldita sea! ¡¿De dónde vienen?!"

"¡Están pegados al techo!"

Cuando Ritz se levantó y confirmó la identidad de sus enemigos, golpeó con su escudo una araña que estaba cayendo y la envió volando. El violento golpe abolló el cuerpo de la araña; se estrelló contra la pared del túnel con un chapoteo y roció un fluido azul.

"Piedras escarlatas, disparen a nuestros enemigos. << Perlas de Fuego >>".

Aún agachado, Quartz levantó su báculo y comenzó un ataque mágico. Orbes de fuego salieron disparados del báculo y volaron hacia el techo; no impactaron en un punto específico, sino que se dispersaron extendiendo las llamas. El fuego iluminó parte del techo, haciéndolo visible para su grupo, y la escena enfrió el interior de todos.

El techo estaba lleno de criaturas con forma de araña que se aferraban a él. No solo eso, sino que también pudieron ver las presas de las arañas entre ellos, probablemente las personas que habían entrado antes en el túnel. Estaban envueltos en finos hilos de araña y sujetos al techo; todo parecía nada más que piel y huesos.

"Asqueroso..."

Gula pronunció sin pensarlo mientras la espantosa escena sobre su cabeza se ocultaba una vez más cuando el fuego se apagó.

"¡No podemos matarlas a todas!"

Jack gritó mientras clavaba su daga en una araña que cayó después de que terminó el hechizo. Era natural que pensara eso, viendo que el techo estaba lleno de arañas.

Loren también se sintió intimidado, y por un momento había considerado retroceder. Pero las arañas no dejarían que las presas que deambulan por su zona de alimentación se fueran tan fácilmente. Se apiñaron en la parte del techo sobre el camino de retirada del grupo de Loren y comenzaron a cortar los hilos que unían a sus víctimas anteriores al techo para dejarlas caer al suelo.

A pesar de que las víctimas ahora eran solo una cáscara de sí mismas, considerando la altura desde la que estaban cayendo, sus cadáveres aún causarían bastante daño a cualquiera que golpearan, sin mencionar que todavía tenían sus armaduras y armas. También era extremadamente difícil esquivar los cadáveres, ya que era arrojadas una por una.

Las otras arañas no perdieron el tiempo y empezaron a descender.

"No podemos retirarnos. No hay otra opción más que correr a través de todas ellas".

"No se puede evitar. ¡Todos, corran!"

Ritz ordenó mientras agarraba a Dig, que aún estaba agachado, y corrió más hacia el interior del túnel. Todos corrieron tras él en un intento por escapar de las arañas que los perseguían.

"¡¿Realmente podemos lograrlo con solo correr?!"

Jack gritó mientras cortaba con su daga una araña que caía. La araña se retorció cuando le cortaron las patas y Nim le disparó una flecha mientras corría, inmovilizándola contra la pared del túnel.

"No lo sé, pero no tenemos otras opciones".

"¡Malditos bastardos! ¡¿Estaban aquí desde antes?!"

Loren, que corría detrás de su party, miró hacia atrás por encima del hombro; entendió totalmente por qué Jack maldijo. Las arañas se arrastraron por todo el suelo y las paredes del túnel para perseguir a sus presas; había tantas que apenas se veían el suelo y las paredes. Su número era tan grande que ni siquiera se le ocurrió la idea de luchar contra ellas. Loren pensó que era imposible que estas arañas se multiplicaran tanto en tan poco tiempo, pero Lapis, que estaba dirigiéndose a él, no estuvo de acuerdo:


"Las arañas ponen muchos huevos. En un entorno ideal, pueden alcanzar un número impensable muy rápidamente".

Ella dijo que podrían haber venido del lado de los Demonios.

"Dig, ¿qué hay al otro lado del túnel en el lado de los Demonios?"

Aún corriendo, Loren le preguntó a Dig, que estaba siendo llevado por Ritz. Los Enanos tenían cuerpos robustos, pero sus piernas eran cortas; no nacieron para correr. Dig se salvó ahora gracias a que Ritz lo cargaba, pero una vez que los brazos de Ritz no pudieran soportar más su peso, tendría que soltarlo; entonces habría pocas esperanzas de que sobreviviera. Dig parecía saberlo muy bien; respondió a la pregunta de Loren mientras mantenía desesperadamente la linterna en alto para garantizar la visibilidad con un rostro pálido:

"Eso, también hay una aldea enana de ese lado".

"Ah... Ya veo".

La respuesta de Dig le dio a Loren un mal presentimiento, pero no tenía tiempo para preocuparse por eso ahora; escapar de las arañas que los perseguían era la primera prioridad ahora. Dejó de pensar en ese asunto y se concentró en intentar correr lo más rápido posible. Al ver un hilo delgado colgando del techo y enroscado alrededor del hombro de Lapis, aumentó su velocidad aún más.

"¿Eh? ¡¿Eek?!"

Lapis sintió que algo tiraba de su hombro, y antes de que tuviera tiempo de pensar lo que estaba sucediendo, sus pies no tocaron el suelo. Entonces, unos brazos fuertes se envolvieron alrededor de su cintura desde atrás, y la sensación de tirón en sus hombros desapareció.

"¡Ten cuidado! ¡Están tirando hilos para atrapar a sus presas!"

Todo esto fue iniciado por Ritz tocando uno de esos hilos. La vibración de su toque transmitida al techo había alertado a las arañas de que una presa había entrado en el área, lo que las incitó a atacar. No solo eso, sino que estos hilos eran especialmente fuertes y duraderos, ya que se usaban para capturar presas. Cualquiera que fuera atrapado por él sería tirado hacia el techo en un instante, y sería asaltado y atacado por las arañas que esperaban allí; era como una trampa.

"Ten cuidado, dijiste, pero ni siquiera podemos verlos".

En un túnel oscuro donde deben depender de la luz de una linterna para ver, era difícil notar un hilo delgado que colgaba mientras se corría. Aunque los hilos eran lo suficientemente fuertes como para levantar a una persona, eran tan delgados que era casi imposible verlos si uno no miraba de cerca.

"Estuve a punto de ser tirada hacia arriba en este momento".

Aún sostenida en los brazos de Loren, Lapis dijo con un escalofrío mientras miraba hacia el techo. Como Demonio, podría haber estado bien, pero ser invadida por innumerables arañas no era una experiencia que quisiera tener. Sin mencionar que, en el peor de los casos, estas arañas podrían ser venenosas. Solo pensar en eso hizo que la gratitud brotara dentro de Lapis.

"Muchas gracias, Loren".

"No te preocupes por eso. Si te hubieran tirado allá arriba, no habría sido capaz de ayudarte".

El techo era tan alto que la luz de la linterna no podía alcanzarlo y era enorme. Tampoco había un camino visible para subir hasta él. Rescatar a alguien tirado al techo era imposible.

"¡Nim y Quartz, tengan cuidado! Son livianos y no tienen mucha fuerza física. ¡Los levantarán en un instante!"

"No me gustaría pasar mis últimos días en la comida de las arañas en absoluto".

"Yo tampoco. Planeo vivir otros mil años".

Nim declaró con una cara seria, y Jack se quejó reflexivamente:

"Pero yo ni siquiera puedo vivir por mil años".

"No tienes suficiente determinación. Deberías convertirte en un No-muerto y seguir viviendo. ¿O me dejarás sola?"

"¿Hm? ¿Se puede considerar que los No-muertos siguen vivos?"

Jack le preguntó a Loren con una cara seria mientras seguía corriendo. Sorprendido de que todavía tuvieran tanto tiempo libre a pesar de la situación, Loren guardó silencio mientras señalaba la dirección a tomar con la barbilla.

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