Autor: Main
Traducción y Edición al Inglés: Kaoto
Traducción y Edición al Español: BlackCyan

Capítulo 68: Reunión en el Piso del Fondo

La puerta al piso del fondo se abrió fácilmente después de que Lapis le puso su mano y murmuró unas palabras.

Ocurrió tan rápido que Loren se preguntó si en realidad había un sello.

“¿Qué acabas de hacer?”

Para Klaus, lo que Lapis acababa de hacer era increíble, ya que sus ojos se abrieron de par en par con sorpresa, en contraste con Loren.

Al ver su reacción, Loren comprendió que la puerta había sido sellada correctamente, pero cuando lo pensó, lo que Lapis acababa de hacer no era algo que se pudiera hacer normalmente y se dio cuenta de que no debería haber sido mostrado a los demás. Entonces, él se asustó y miró a Lapis, preguntándose cómo reaccionaría ella, pero ella respondió que no era nada.

“Intenté copiar la longitud de onda del maná usado para deshacer el sello. Examiné la llave, después de todo. Es bastante simple”.

“¿Eh? ¿Qué?”

Como Klaus era un espadachín, estaba a punto de retirarse con la explicación de Lapis, pero esta vez Ange, que era una maga, dejó escapar una voz confusa.

Al frente entre los miembros de allí, se suponía que Ange era la experta en maná, por lo que Loren se alarmó de que su respuesta confusa causaría más sospechas hacia Lapis, pero Lapis también respondió fácilmente a esto.

“Un ladrón que vino a confesar en el templo en el que estaba entrenando me enseñó esta técnica en secreto cuando le dije que me convertiría en una aventurera. No debes pensar que un ladrón no puede tocar algo solo porque sellaste algo con maná”.

Cuando le dijo a Ange que era una técnica de un ladrón, dejó de mirarla con suspicacia por ahora.

Ya que estaba fuera de su experiencia, no podía decir si lo que Lapis decía era verdad o no y decidió que no había razón para sospechar de ello.

“¿Es esa historia cierta?”

Al ver que la conversación ya había terminado, Loren le preguntó en voz baja a Lapis, y ella le respondió en voz baja.

“Es cierto que un puñado de ladrones conoce la técnica de abrir cerraduras usando maná. Pero la fuente de la técnica somos nosotros”.

En este caso, no nos referimos a los sacerdotes del dios del Conocimiento.

Loren comprendió que, dado que Lapis era un demonio, la técnica procedía de ellos.

Loren se preguntó por qué decidieron desarrollar y difundir la técnica a los ladrones, aunque solo era un puñado de ellos, y le preocupaba que cuando Klaus o Ange tuvieran la oportunidad de viajar con sacerdotes del dios del Conocimiento en el futuro, el nivel de habilidad y técnicas que esperarían de ese sacerdote serían muy altas.

“Está bien, la puerta está abierta. Es una pérdida de tiempo simplemente pararse aquí y charlar, así que vamos, ¿de acuerdo?”

Cuando Lapis insistió en que no había nada más de qué hablar, el grupo comenzó a bajar las escaleras al otro lado de la puerta abierta.

Las escaleras que conducían al décimo piso eran más largas que las de los pisos superiores, pero aparte de eso, era casi la misma, y el grupo llegó al décimo piso.

Inmediatamente se dieron cuenta de por qué las escaleras eran más largas que las otras.

El piso de abajo no era una mazmorra como los pisos de arriba, sino que era solo un espacio amplio.

En algunos lugares a lo largo de este amplio espacio se exhibían estanterías con muchos tipos de artículos y herramientas.

El techo era alto y tenía fuentes de luz instaladas, por lo que se podía ver a través de todo el piso, y Parme dejó escapar una voz llena de admiración cuando puso su linterna contra la pared.

“Este es el legado de Volf...”

Las cosas que eran más valiosas se almacenaban dentro de los estantes, pero todo lo demás estaba almacenado adecuadamente, y algunas estaban simplemente apiladas junto a las paredes.

Pero incluso aquellas irradiaban su propio maná, mientras que el oro, la plata y las joyas brillaban intensamente, y una mirada les dijo que valía una fortuna.

“La última vez que estuve aquí fue antes de graduarme, pero es todo un espectáculo, no importa cuántas veces lo vea”.

Klaus miró a su alrededor con ligera nostalgia.

Por lo que Loren había escuchado, Klaus era un verdadero estudiante de honor y había estado aquí antes, así que le preguntó por una ligera curiosidad.

“Oye Klaus, ¿pudiste tomar algo de aquí?”

“No, volví a la superficie sin tomar nada para evitar luchar contra el guardián. No quería poner a mis compañeros en peligro”.

Cuando Klaus miró a Ange con una sonrisa, ella le devolvió la mirada con las mejillas enrojecidas y una expresión espaciada, mientras Loren y Lapis suspiraban abiertamente y miraban hacia otro lado.

Mientras tanto, Parme los miró con envidia.

“Está bien, de todos modos”.

“Tú eres el que preguntó”.

“¡De cualquier forma! ¿Dónde estarán los visitantes anteriores?”

El décimo piso era enorme.

Y debido a los estantes, había lugares que no podían ver, y no sería sorprendente si alguien o algo estuviese al acecho.

Además de eso, debido a los artículos que irradiaban maná por todo el lugar, era difícil sentir a otros que podrían estar allí, por lo que Loren sintió que no era una situación en la que pudieran bajar sus guardias.

“Esperaba que hubiera una emboscada o dos”.

Como el guardián del noveno piso fue desactivado, era casi seguro que quien lo hizo estaba en el mismo piso.

Y ese alguien era muy probable que participara en el examen, con una alta posibilidad de fracaso.

Entonces, Lapis había esperado que esa persona considerara que vendría detrás de ellos y prepararía algo para contenerlos o incluso establecer una emboscada, pero parecía que su predicción era incorrecta, ya que no cumplían con nada de eso.

“Si no pasa nada no dolerá”.

“Eres tan ingenuo, Klaus”.

Como Lapis dijo eso con un suspiro, Klaus la miró, sin estar seguro de lo que había dicho mal.

“Nada aquí significa que la persona ya ha terminado lo que vino a hacer, ¿sabes? Significa que lo terminó antes de que tuviéramos la oportunidad de descubrir quién era”.

“Eso es...supongo que es cierto”.

“Además de eso, si fuera uno de los estudiantes, él sabría que descubriríamos que intentó cometer un fraude, por lo que incluso si regresamos a la superficie, ya estaría huyendo. Bueno...como supervisores, no afectaría nuestros resultados de trabajo incluso si él se escapa”.

Informar sobre los hechos y dejar que la escuela decida qué sucederá después podría contar como hacer su trabajo como supervisores.

Entonces era más fácil si no había nadie en el piso del fondo y nada sucedía.

“Lapis, no has olvidado el por qué vinimos aquí, ¿verdad?”

“Por supuesto que no. La estoy buscando ahora mismo”.

De la misma manera en que Loren y los demás examinaban el lugar, Lapis estaba haciendo lo mismo, excepto que en realidad estaba buscando la parte de su cuerpo, que era lo que ella y Loren habían venido a buscar.

Pero aun así, ya sea uno de sus brazos o piernas o sus ojos, si realmente estaba ubicado allí en algún lugar, tendría que explicárselo a Klaus y a los demás de alguna manera, así que estaba tratando de pensar en una buena explicación.

Cuando Lapis decidió que, en el peor de los casos, tendría que ponerlos a dormir, uno de los estantes de la esquina llamó su atención.

Aunque todos los artículos de aspecto caro se almacenaron dentro de un estante, además de eso, había una joya transparente.

Lapis se acercó al estante y buscó la joya en la parte superior, que estaba a la misma altura que sus ojos, la tomó, la levantó por encima de su cabeza y la miró con un ojo.

“Umm ¿Lapis? Lamento molestarte...pero no creo que tengamos tiempo para eso”.

“Tienes razón”.

Lapis obedeció a Klaus y volvió a colocar la joya en la parte superior del estante.

Pero Loren logró verla fingir que lo hacía y soltó la joya en su manga.

“¿Es así?”

“Sí, me alegro de que sea fácil de llevar”.

“¿Qué es?”

“Se parece a mi brazo izquierdo. No está mal, pero tampoco está bien, supongo”.

Loren no conocía el principio detrás de cómo el brazo izquierdo de Lapis se transformó en una joya transparente que ella había metido en su manga.

Y no sabía cómo la joya volvería a ser su brazo, pero al ver que no estaba angustiada ni preocupada, supuso que no había ningún problema.

“Pero si tomas eso, ¿no despertará al guardián...?”

“Esto no es parte de la fortuna de Volf, por lo que debería estar bien”.

Lapis le dijo que, si el guardián era para aquellos que intentaban tomar parte de la fortuna de Volf, no debería reaccionar ante ellos, ya que su brazo no era parte de eso.

Pensando que podrían escapar sin tener que preocuparse por involucrar a Klaus y los otros en peligro, comenzaron a buscar la salida, decidiendo que deberían irse tan pronto como pudieran.

Pero luego, Loren se dio cuenta de que ni siquiera podía encontrar la entrada por la que llegaron.

“¿La entrada se desvaneció?”

“¡S-Se cerró tan pronto como pusimos un pie dentro de este piso!”

Cuando Parme, que parecía haberlo visto suceder, lo dijo, todos se miraron el uno al otro.

Ahora que lo pensaban detenidamente, si uno pudiera volver por donde vino, no tendría que enfrentarse al guardián y, aunque tomaría más tiempo, podrían tomar lo que quisieran.

Entonces se dieron cuenta de que la entrada se había bloqueado para evitar que alguien lo hiciera y tendría que pasar a través del guardián.

“Ahora que lo pienso, era ese tipo de sistema”.

“No olvides algo tan importante”.

Mientras Klaus lo decía con una carcajada, Loren lo golpeó en el pecho con el dorso de la mano, y comenzó a buscar la salida, ignorando a Klaus, quien se hincó en el suelo agarrando su pecho, mientras que Ange y Parme se apresuraron a ayudarlo a levantarse.

Al cabo de un rato, Loren vio dónde terminaban las filas de estanterías.

En el otro lado había un área vacía ligeramente vasta, y en la pared a través de ella, había una puerta.

Al ver que no había nada igual, supuso que era allí donde se encontraba el guardián, así como la salida a la superficie, y llamó a los demás para dirigirse hacia allí, cuando vio cuatro sombras de pie frente a la puerta.

Cuando estaba a punto de llamarlos, escuchó algo cortando el aire, volando hacia él.

Inmediatamente sacó la gran espada en su espalda y la usó como escudo, e inmediatamente después, oyó que algo duro golpeaba la parte plana de la hoja.

“¿¡Qué está pasando!?”

El sonido llamó la atención de Klaus, y mientras lo veía correr con su espada desenfundada, Loren apoyó su gran espada en su hombro y se inclinó para recoger lo que había rebotado.

“Un dardo, eh”.

“Has llegado hasta aquí más rápido de lo que pensaba”.

El que llamó fue el sacerdote Al, que formaba parte del grupo de Ain, del cual se separaron cuando huían de la ola de Slimes.

Pero quien atacó fue Feim, que estaba de pie junto a él con una sonrisa en su rostro.

“Si te hubieras rendido y regresado, nos habría ahorrado muchos problemas”.

“¿Cómo debo tomar el hecho de que me atacaron?”

La punta del dardo brillaba.

Lo más probable es que fuera un veneno, y Loren estaba seguro de que arrojárselo no fue un accidente.

“Esa es una advertencia para no interponerse en nuestro camino hasta que alcancemos nuestra meta, por supuesto”.

A ambos lados de Al, quien dijo eso, estaba Ain y Cloud, con sus armas desenvainadas.

Por un momento, Loren pensó que estaban todos juntos, pero las caras de Ain y Cloud estaban inexpresivas y sus ojos estaban desenfocados.

“Oye, esos dos...”

“Oh, usé << Hipnosis >> en ellos para hacerlos mis peones”.

Feim respondió en lugar de Al.

En su mano había un trozo de papel aplastado en lugar de un dardo, y luego lo arrojó hacia Loren con un grito.

“¡<< Bala de Fuego >>!”

El trozo de papel que se arrojó comenzó a brillar y, en lugar de desaparecer, disparó balas hechas de fuego.

Cuando Loren las cortó con su gran espada, Lapis gritó una advertencia.

“¡Ten cuidado! ¡Están complementando su uso de magia con pergaminos!”

“¿Qué están pensando?”

Debido al método especial para hacerlos, los pergaminos que contenían magia podían ser utilizados no solo por magos, sino también por aquellos con otros trabajos.

El uso de ellos causaba el efecto de la magia escrita en los pergaminos, pero no muchos se distribuyeron en el mercado y también eran muy costosos, por lo que no se usaban muy a menudo.

“Estoy haciendo lo que hay que hacer para lograr mis objetivos, por supuesto”.



La sonrisa en la cara de Al no era igual al tímido sacerdote con el que habían viajado.

────────────────────────────────────────────────────