Autor: Main
Traducción y Edición al Inglés: Kaoto
Traducción y Edición al Español: BlackCyan

Capítulo 94: Continuando la Batalla

Dejaron que el jefe de las Hadas hiciera el primer movimiento, pero su represalia fue rápida y fuerte.

Lapis había retrocedido para evaluar la situación, mientras Loren dio un paso adelante, levantando su gran espada sobre su cabeza y la golpeó contra el trozo gigante de carne.

Supuso que, por lo que parecía, no sería demasiado duro, pero si fuera reforzado por magia, ese no sería el caso.

Así que, el primer golpe de Loren tenía casi toda su fuerza detrás.

“Giii...”

El sonido proveniente del jefe no sonó como un grito.

Pero el golpe de Loren todavía se hundió profundamente en él, levantando un poco de sangre.

“Parece que nuestros ataques lo atraviesan...pero...”

Loren saltó hacia atrás inmediatamente de ese lugar.

Fue porque la parte de la carne que cortó Loren se levantó y golpeó donde estaba parado hace un momento.

Junto con un sonido como golpear el suelo con un trapo mojado, la herida que Loren infligió se abrió más y resultó en una mayor dispersión de carne y sangre por el suelo, pero el jefe no mostró signos de estremecimiento.

“Sus sentidos están ensordecidos y su cuerpo es tan grande que no parece que mis ataques estén haciendo nada”.

Pero parecía saber que estaba herido, ya que comenzó a gatear por el suelo lejos de Loren.

“No está huyendo, ¿verdad?”

“Tal vez sea eso de allá”.

Lapis señaló una montaña cerca del cuerpo del jefe que era casi tan grande como él.

Loren no lo había notado ya que el cuerpo gigante del jefe tenía toda su atención, pero cuando miró más de cerca vio que la montaña consistía en cuerpos de los animales que vivían en el bosque, así como los cuerpos de los Elfos, y parecía que eso contribuía al hedor junto con el jefe.

“Tengo un mal presentimiento sobre esto”.

“¿Presentimiento? Definitivamente lo va a hacer”.

Lapis también tenía una expresión de disgusto en su rostro, pero el jefe no se dio cuenta de ellos y continuó arrastrándose hacia la montaña, golpeó su cuerpo contra ella, y desde donde se pegó a ella, Loren y Lapis pudieron escucharlo masticar cosas que eran suaves, duras y húmedas.

“Está comiendo, ¿verdad?”

“Definitivamente”.

Comer para curar sus heridas.

Era algo comprensible de hacer.

Pero no era algo que hacer frente a enemigos, por lo que Loren miró al jefe con disgusto.

“Entiendo por qué lo miras así, pero...su herida se está curando”.

Lapis lo reprendió.

La herida que Loren había infligido se estaba cerrando a una velocidad increíble, y eventualmente su cuerpo se haría más grande que antes.

“¿No morirá este tipo mientras coma?”

“No estoy segura. Bueno, no es que tenga una cantidad infinita de comida”.

Pensando que tendrían que despedazar constantemente hasta que se acabara la comida, Loren continuó atacando al jefe.

La hoja de la gran espada cortó su carne y creó nuevas heridas, pero mientras comía, las heridas se cerraron y las partes se hacían aún más grande que antes.

Pensando que solo cortar no funcionaría, cambió a deslizar la cuchilla hacia los lados después de recibir el golpe.

Esto no solo ensanchó las heridas, sino que arrancó trozos de carne, que salpicaron el suelo.

Loren pensó que esto haría más daño que solo cortar, pero cuando los trozos de carne tocaron el suelo, sucedió algo inesperado.

La carne se dividió en pequeños pedazos y de repente se convirtieron en Hadas que atacaron a Loren.

Como no esperaba que salieran Hadas de la carne que había cortado, Loren no pudo responder a sus ataques lo suficientemente rápido.

Soltó su mano izquierda de la gran espada y la levantó frente a su cara para proteger al menos su cuello y sus ojos.

Las Hadas recién nacidas se abalanzaron sobre su brazo.

‘¡Drenaje de energía!’

Justo cuando los dientes de las Hadas estaban a punto de chocar con el brazo de Loren, Shayna desató su poder como un Rey Sin Vida.

La energía vital de las Hadas fue robada en un instante, haciendo que cayeran al suelo.

Loren se alejó del lugar y le agradeció a Shayna.

“Convertirse en Hada si te cortan en una parte. Eso es molesto”.

“Remolino ante mis ojos, furioso, oh llamas carmesí. ¡<< Tormenta de Fuego >>!”

Mientras Loren maldecía, Lapis usó el hechizo que había estado preparando.

Las llamas estallaron en el suelo, envolviendo el cuerpo del jefe, y Loren puso su mano frente a su cara para protegerla del calor.

Por otro lado, la magia de Lapis quemó al jefe, pero ella murmuró con una expresión sombría antes de que terminara.

“Hay demasiada humedad...no se va a quemar por completo”.

Como había dicho Lapis, el gran cuerpo del jefe todavía estaba allí después de que las llamas se apagaron.

La superficie del cuerpo estaba quemada y una parte se había desmoronado, pero debajo de todo ello, nueva carne salió burbujeando y pronto la superficie se volvió viscosa nuevamente.

“¿Qué hacemos? ¿Cortarlo en pedazos y aplastar los pedazos?”

“¿Puede Shayna hacer algo con su drenaje de energía?”

Lapis le preguntó.

Parecía posible que un drenaje de energía de la clase de un Rey Sin Vida pudiera hacer algo con respecto al jefe de las Hadas ahora incluso más grande al drenar su energía vital sin herirlo más allá.

‘Prefiero no hacerlo, si es posible’.

Pero Shayna no estuvo de acuerdo con la sugerencia, ya que no quería usar su drenaje de energía en absoluto.

‘Seguiré usándolo para mantener alejadas a las Hadas como lo hice antes...pero lo siento, Onii-san. No quiero drenar energía del cuerpo principal’.

Shayna le dijo a Loren en un pensamiento débil.

Mientras bloqueaba algunos rayos de fuego que el jefe disparaba mientras comía con la parte lisa de su gran espada, le preguntó a Shayna por qué.

‘Me di cuenta cuando succioné la energía de todas las Hadas justo antes, pero...la energía vital de este jefe no es buena en absoluto. Él sabe mal, en serio’.

Como la voz que solo él podía oír se lo dijo, Loren se preguntó cómo responder.

Era primera vez que oía que la energía vital tenía sabor, y para un ser vivo como Loren, no podía imaginar a qué sabía la energía vital con mal sabor.

‘Esta también es la primera vez para mí, así que, ¿cómo explico esto...? Umm, puedo hacer todo lo posible para explicar cómo sabe’.

“Está bien...”

No importa cuán buena sea la explicación, solo le diría lo mal que sabe, y nada más.

Pero Loren se sorprendió de que el jefe de las Hadas tuviera energía vital que sabía tan mal que Shayna, que se había convertido en un Rey Sin Vida, se negaría a consumirla.

“¿Cómo está Loren?”

Lapis no pudo escuchar su conversación.

La única forma en que podía comunicarse con Shayna era haciendo que Loren le dijera la conclusión de su conversación con ella.

“Iré directo al grano. Este tipo sabe muy mal”.

“Ahh... Entonces supongo que no podemos obligarla a hacerlo”.

Confundido de que Lapis se rindiera con el drenaje de energía de Shayna tan fácilmente, Loren le preguntó.

“¿Eso te convenció?”

“Sí”.

El jefe, que todavía estaba comiendo, continuó disparándoles rayos de fuego, como si fueran una molestia.

Lapis rápidamente hizo una señal con la mano frente a su pecho y dijo en voz baja.

“Dios del Conocimiento, protégenos del poder de la magia. ¡<< Protección de la Magia >>!”

Una membrana transparente y tenuemente brillante los envolvió, y cuando los rayos de fuego se encontraron con ellos, desaparecieron junto con un sonido como agua apagando el fuego.

Al ver al jefe temblar de frustración porque sus ataques no estaban haciendo efecto, Lapis usó otro arte divino en sucesión rápida.

“Puño invisible de dios, hiere a mis enemigos, ¡<< Fuerza >>!”

El fragmento de poder divino que Lapis sacó.

Una bola gigante de energía pura que parecía reflejar el grado de su fe, se estrelló contra el cuerpo del jefe.

Se hundió profundamente en él y esparció sangre por todas partes, como si un dios hubiera bajado y dado el golpe, pero Lapis, que había iniciado el ataque, resopló insatisfecha.

“No fue suficiente para aplastarlo por completo... Necesito entrenar más”.

“¿Se supone que ese arte divino es algo así?”

Loren pensó que se necesitaría una enorme cantidad de poder para aplastar un cuerpo gigante como el que estaba frente a él.

El canto parecía demasiado corto, considerando que era algo para controlar tal poder.

“Por supuesto que no. Este generalmente solo tiene el poder de un joven aficionado golpeando con todas sus fuerzas”.

“No hay forma de que puedas aplastar al jefe con algo así, ¿sabes?”

“Quiero decir, mi fe devota es la fuente”.

Preguntándose si ella estaba en condiciones de decir eso, Loren continuó golpeando una y otra vez al jefe.

Cada golpe infligía herida tras herida, pero al verlas todas sanar, no pudo evitar pensar que sus intentos eran inútiles.

“No creo que haya sacerdotes que tengan una fe tan profunda por el dios del Conocimiento como yo. ¿Qué piensas?”

“... Bueno, supongo que eso es un poco convincente”.

Si pudiera tener en cuenta el hecho de que ella tenía una naturaleza diferente a la de otros sacerdotes del dios del Conocimiento, podría ver que ella podría ser una devota seguidora.

“Pero si cortar o golpear no funciona, ¿qué hacemos con él?”

“Bueno, si seguimos las reglas, quemarlo sería lo mejor, pero...”

Las palabras de Lapis se convirtieron en un murmullo mientras miraba a su alrededor.

Mientras se preguntaba qué estaba haciendo, Loren arrancó otra parte del jefe y la arrojó lejos de ellos con su gran espada.

“No dudaría en quemarlo si fuera afuera”.

“Sí...este no es el mejor lugar”.

Aunque el lugar no estaba completamente sellado, no estaban en un lugar que tuviera buena ventilación.

Era obvio que, si quemaban un trozo de carne tan grande, el calor y el estancamiento de la atmósfera serían un problema.

“Entonces, ¿cómo...? ¿eh?”

Loren detuvo lo que estaba diciendo.

Cuando Lapis siguió la mirada de Loren, preguntándose qué estaba pasando, vio que la montaña de comida casi se había agotado.

Era algo impresionante que hubiera logrado seguir comiendo mientras trataba con ellos, pero cuando desapareciera por completo, solo habría una cosa a la que centraría su atención.

“Ni siquiera necesito adivinar que va a tratar de comernos”.

“Realmente deseo que esto sea un sueño”.

Hasta entonces, para el jefe, había sido herido por algo y para curarse le daba hambre, así que comía.

Pero ahora que la comida casi había desaparecido, era obvio que, dado que todavía tendría hambre de curarse, pensaría en comer lo que le llamara su atención.

Significaba que sus ataques se harían más fuertes, y para Loren y Lapis, que no pudieron encontrar un gran avance, no era un buen giro de los acontecimientos.

“Entonces, de verdad, ¿qué debemos hacer?”

Sintiendo que la atención de la masa de carne, que ni siquiera sabían dónde estaba la cabeza, se estaba volviendo lentamente hacia ellos, Lapis dijo con una voz realmente preocupada mientras miraba al jefe que se arrastraba hacia ellos.

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