Autor: Main
Traducción y Edición al Inglés: Kaoto
Traducción y Edición al Español: BlackCyan

Capítulo 120: Descansando en el Hospital

“Solo porque no pudiste atravesar la barrera defensiva de un Elder, ¿no fue demasiado brutal deshacerte de mi estudiante y cortarla junto con Stoos?”

Loren miró amargamente la cara sonriente de la dueña de la voz fría.

Cabello liso platino y piel blanca.

Y con miradas de que cualquiera que la viera diría que era hermosa, aunque había una leve impresión dura en Loren, tenía una sonrisa extendida que lo cubría.

Llevaba ropa de civil normal que no era extraña de ninguna manera, pero deslumbró a Loren puesto que tenía un aire noble sobre ella.

Y esa mujer estaba sentada en la silla al lado de su cama.

“Tal vez deberías poner tu mano sobre tu pecho y pensar mucho sobre por qué sucedió eso”.

Con el cansancio que estaba atacando su cuerpo, incluso hablar era molesto para él, pero sintió que si no decía algo estaría escuchando queja tras queja, así que cuando lo dijo con sarcasmo en su voz, la mujer se tocó su cabello como cepillándoselo y respondió sin la más mínima molestia.

“Tenía que hacerlo. Todo fue por amor”.

“Qué amor tan molesto”.

Aunque Loren lo dijo con un suspiro, la sonrisa de la mujer no desapareció.

Actualmente estaban dentro de una habitación en el hospital dentro de Kauffa.

Loren estaba acostado en la cama con la parte superior de su cuerpo levantada.

“Si hubieras persuadido a Dia para que se rindiera, no hubieras pasado por tantos problemas”.

“Ella misma no quería eso. Sé feliz con el crecimiento de tu estudiante, maestra estúpida”.

Loren sintió un ligero escalofrío cuando la palabra ‘estúpida’ salió involuntariamente de su boca, pero a la maestra de Dia, Sierra, no pareció importarle en absoluto.

Estaba hablando con un ser que podía diezmar la ciudad entera, e incluso a toda la nación, pero la palabra simplemente se le escapó de la boca.

“¿Y cómo está esa estudiante tuya en este momento?”

“Se siente bastante incómoda, ya que es solo una cabeza, pero se está preparando para estar sola en las ruinas”.

El último obstáculo del examen fue enfrentar a otro Elder llamado Stoos.

Ella trató de hacer que Dia fallara, y tuvieron que moverse constantemente mientras luchaban contra ella, pero al final, Loren cortó la cabeza de Dia, y su cuerpo se estrelló contra el de Stoos, deshabilitando sus defensas, e inmediatamente después, la gran espada de Loren, enormemente mejorada con todas sus fuerzas, logró cortar la cabeza de Stoos también.

Como eran Elders, tanto Dia como Stoos no murieron, pero Stoos se rindió y Dia aprobó con éxito el examen y parecía estar arreglando los preparativos en la tierra que le dieron para que fuera su hogar.

Habían ganado y su trabajo también fue un éxito, pero esto tampoco resultó libre de consecuencias.

Después de todo, ambos Elders eran solo cabezas, y Dia había quemado ambos cuerpos.

Loren había perdido el conocimiento, ya que aparentemente había vertido demasiada fuerza en su espada.

La única persona que pudo moverse correctamente fue Lapis, y con las instrucciones de Dia, había abierto la entrada al espacio donde se encontraba la base, llevando a Loren, tirando la cabeza de Stoos en algún lugar del área, y muchas otras cosas, y al ver que Loren no se había recuperado incluso después de todo eso, lo ató al burro que todos habían olvidado por completo y regresaron a Kauffa.

El diagnóstico fue postración al extremo.

Estaba en tal estado ya que vertió toda su fuerza en su espada, pensando que no había otra forma de poder detener a un Elder, gastando casi todo su maná y energía vital.

Por lo tanto, estaba en el hospital en el que frecuentemente terminaba y estaba en medio de la recuperación, pero mientras tanto, Sierra, la maestra de Dia, lo había visitado.

“Ella dijo que, si escucho lo que tiene que decir por un tiempo, dejará que todo esto pase como si nada. Y ella dijo que me odiará para siempre si no lo hago, así que, por supuesto, tengo que escuchar”.

“El ‘para siempre’ de un Elder parece bastante largo”.

Sierra suspiró, pasando de una sonrisa a un ceño deprimido.

Loren pensó que cosechó lo que sembró, pero también sabía que con todo el tiempo que los Elders tenían en sus manos, ser odiado por alguien que amas sería difícil.

Mientras Loren pensaba que, si hacer los mandados obtendría el perdón de Dia, Sierra debería hacerlos, así que ella le preguntó con voz impotente.

“¿Crees que cien años serán suficientes?”

“Maldición, eso es bastante largo. Bueno, no tengo idea. No estaré vivo de todos modos, así que tampoco me importa”.

“Loren, eres tan frío”.

“¡Cállate! ¡No me toques! ¡Deja de sacudirme!”



Loren gimió cuando Sierra lo agarró del hombro y comenzó a sacudirlo de un lado a otro.

Sierra lo sacudió por un momento, pero notó el ligero mareo en sus ojos y finalmente se apartó de él.

“Entonces... ¿viniste hasta aquí solo para quejarte?”

Cuando Loren miró hacia el techo, sintiéndose harto, Sierra aplaudió, como si acabara de recordar.

“Oh, cierto. Vine porque Dia me lo dijo”.

“Entonces date prisa y ten cuidado cuando vuelvas a tu tumba”.

“Eres realmente frío. Probablemente eres el único humano que un Elder visitó en su cama de hospital, ¿sabes?”

Sierra abrió un bolso de viaje que estaba a sus pies.

Lo que salió fue algo inesperadamente grande en comparación con el tamaño del bolso.

Sierra arrojó un cuero doblado sobre las rodillas de Loren.

“¿Qué es...? ¿¡Ugh!?”

Loren gritó sorprendido, ya que era mucho más pesado de lo que Sierra lo hacía parecer y cogió el objeto.

Era una chaqueta de cuero de color marrón anaranjado.

Era grande y pesada, como si fuera para Loren.

“Tu armadura se arruinó durante el trabajo, ¿verdad? Dia quería que te trajera algo por el estilo, así que traje algunas cosas”.

“¿Esto es una armadura?”

“Cuero de Pegaso, triple confección. También hay una cadena compleja y un relleno absorbente de impactos entre ellos, especialmente hecho por un Elder. Con un tratamiento anti-magia en su superficie, es un buen trabajo”.

Sierra luego arrojó guantes y botas sobre sus rodillas también.

“Estos están hechos del mismo material, solo que un poco más resistentes. El tratamiento en su superficie también es el mismo”.

“¿Por qué los arrojaste sobre mis rodillas?”

“No estaba tratando de romperlas. Ese es el único lugar donde podría ponerlos”.

Afortunadamente, las piernas humanas no fueron hechas para romperse tan fácilmente.

Loren estaba preocupado de que las botas ensuciaran la manta y las sábanas, pero como eran completamente nuevas, no hicieron tales marcas.

“Dia ya les dio el dinero de antemano, ¿verdad? Entonces, esto concluye su pago”.

“Si estás dispuesta a dar algo extra, lo tomaré”.

“La avaricia te arruinará. Vive humildemente, ¿de acuerdo?”

Sierra cerró su bolso y se levantó de la silla.

Cuando Loren la miró, ella se encogió de hombros.

“Me iré ahora. No quiero conocer a esa chica aterradora, y hay muchas más diligencias que Dia quiere que haga, y muchas cosas necesarias para su base que tengo que reunir”.

“Suena como mucho trabajo. Buena suerte”.

Como Loren dijo tan suavemente, Sierra se despidió con la mano y estaba a punto de irse, pero de repente se detuvo, como si recordara algo, y se volvió hacia él.

“Ah, claro, casi olvido que tenía un mensaje de Dia”.

“¿Qué es?”

Desde que había estado inconsciente hasta que llegó al hospital, además de que Dia estaba en su estado de solo cabeza, los dos no habían podido despedirse.

Cuando Loren pensó que era eso, Sierra levantó su dedo índice.

“Primero, gracias por cuidarme. No tengo intenciones de moverme por ahí pronto, así que, si sucede algo, no dudes en pedir ayuda”.

“Dile gracias también”.

Loren pensó que eso era todo, pero Sierra no se movió, sino que levantó el dedo medio.

“Segundo, sobre el líder de tu antiguo grupo de mercenarios”.

“Oh, cierto, me olvidé por completo de eso”.

Durante el trabajo, dado que Dia tenía curiosidad, Loren le dijo el nombre de su antiguo superior.

Después de decir que le contaría si descubría algo, todavía no había presentado nada.

“El nombre de Juli Muthschild sigue siendo un misterio, y continuaré investigando. Pero sobre el saludo que haces, te daré información, aunque incierta”.

“¿Cuál es...?”

Era algo de lo que él y Dia habían hablado antes.

Loren había hecho un saludo que difería de los caballeros normales.

Dia había mencionado que tenía una idea de lo que era.

“El saludo de un caballero es que ofrece su espada a su señor. Pero había una orden de caballeros que, en lugar de ofrecer sus espadas a su señor, apuntaban sus espadas hacia abajo, ofreciéndolas a la tierra”.

“Hm, ¿cómo se llamaban?”

Cuando Loren le preguntó, bastante intrigado, la respuesta de Sierra le hizo dudar de sus oídos.

“Reino Mágico de Noona, Caballeros de la Cuarta Orden. Comúnmente conocido como Caballeros Planetes. Escuché que tenían un alto grado de libertad, ya que casi nunca se movían como una organización propia, sino que los miembros se movían de acuerdo a su propia jurisdicción”.

“Nunca he oído hablar de ese tipo de nación”.

Loren no estaba bien versado en geografía.

Como se movía de un campo de batalla a otro cuando era mercenario, no le interesaban los nombres de los lugares en los que se encontraba.

Pero aun así había lugares y naciones de los que había oído hablar, pero era primera vez que oía hablar de la nación que Sierra acababa de mencionar.

“Por supuesto que no lo sabrías. Y espero que la mayoría de la gente no sepa esto tampoco”.

“Ahora que lo pienso, Dia dijo algo similar también... Entonces, ¿existe tal lugar?”

Como era un lugar que mucha gente no conocía, Loren se preguntó en qué tipo de región inexplorada se encontraba, pero Sierra negó con la cabeza.

“No existe en el mundo actual. Por eso nadie lo sabe. Los únicos que lo saben son seres como nosotros y Elfos que vivieron durante mucho tiempo”.

“Eso es...”

“Recuerda esto. Y trata de no dejarlo salir fácilmente. El Reino Mágico de Noona es una nación extinta y es a lo que te referirías como el Antiguo Reino. Lo que significa que tu antiguo líder, el que te enseñó esgrima, está de alguna manera conectado con el Antiguo Reino”.

Loren no pudo encontrar nada que decir.

Había una parte de él que pensaba, ‘¿y qué?’.

Fue porque incluso si él conocía las técnicas del Antiguo Reino, no cambiaría nada.

Pero al mismo tiempo, estaba interesado.

No pudo evitar preguntarse cómo demonios aprendió tal cosa.

“Eso es todo lo que sé ahora mismo. Te avisaré una vez que descubra más. Eso es todo lo que Dia me pidió que te dijera”.

“Ya veo... ¿Puedes agradecerle por mí?”

“Por supuesto. Ah, y déjame agradecerte también. Gracias a ti, ella podrá estar sola”.

“¿Gracias, de ti? No estoy seguro de si hice algo para que dijeras eso...”

Sierra se despidió una vez más, y esta vez, salió de la habitación, sin mirar atrás.

Mientras la veía irse, Loren suspiró profundamente, puso la chaqueta, las botas y los guantes sobre la silla en la que Sierra había estado sentada, y se recostó en su cama.

“Loren, ¿cómo estás? ¿Te duele o te pica en alguna parte? ¿O no te sientes bien de ninguna manera?”

Justo después de que Sierra se fue, Lapis entró en la habitación.

“¿Hm? ¿De dónde sacaste la chaqueta y todas estas cosas? No las compraste, ¿verdad?”

Aunque Loren estaba en camino hacia la recuperación, todavía estaba bastante débil, por lo que no podía caminar por la ciudad solo.

Así que, Lapis miró el equipamiento que Sierra le había dado a Loren, preguntándose de dónde lo había sacado.

“¿Pasaste por alguien en el camino hasta aquí?”

“No. No vi a nadie”.

Basado en el momento de su llegada, Loren pensó que Sierra y Lapis se habían cruzado la una con la otra.

Pero como parecía que no, Loren se preguntó cómo era eso posible, pero de inmediato dejó de pensar en ello.

Sierra era un Elder que vivió cientos y miles de años.

Supuso que había una forma de que se fuera sin dejar que Lapis supiera que ella estuvo allí.

“Olvídalo entonces. Dia envió el pago extra que prometió”.

“¿Quién te lo trajo?”

“Ni idea. La persona me lo entregó y se fue justo después”.

Loren pensó que no era necesario que le dijera a Lapis que Sierra había estado allí.

También pensó que no era necesario que él le contara las cosas que Sierra le había dicho.

No era completamente confiable, e incluso si ella lo supiera, nada sería diferente.

“Loren, estás hospitalizado de nuevo. Tus cuentas también están aumentando”.

“No quería pensar en eso... Saca la cantidad de las recompensas de este trabajo, ¿quieres?”

“Esa sería la mitad de tus recompensas entonces”.

“Está bien. Al menos queda algo”.

Loren se recostó en la cama y cerró los ojos lentamente, pensando que eso era mejor a que su deuda aumentara.

Lo que había escuchado de Sierra lo sorprendió bastante, pero la fatiga que quedaba en su cuerpo fácilmente comenzó a traerle sueño tan pronto como cerró los ojos.

Como la información no era segura, decidió que se preocuparía por ello cuando fuera necesario.

Después de ese pensamiento, dejó que la somnolencia lo alcanzara y cayó en un sueño profundo.

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