Autor: Main
Traducción y Edición al Inglés: Kaoto
Traducción y Edición al Español: BlackCyan

Capítulo 88: Corriendo Después de Investigar

“¿Una aldea oculta de Hadas?”

Loren repitió lo que Feuille había dicho.

Feuille, mirando a Loren, asintió.

Parecía sospechoso, pero dejando a un lado el nombre por ahora, Loren le pidió a Feuille una explicación.

“Ya sabes que las Hadas viven en este bosque, ¿verdad? Pero hay una aldea de Hadas de clase alta entre ellos”.

“¿Por qué correrían allí?”

Loren había escuchado que los Elfos y las Hadas estaban en una posición cercana entre sí como razas.

Aunque sus tamaños eran diferentes, era beneficioso que compartieran los mismos antepasados.

Loren no sabía qué tipo de caminos tomaron para llegar a ser tan diferentes, pero debido a que ambas razas reconocieron el hecho de que alguna vez fueron una, tendieron a construir aldeas y vivir en lugares similares.

“El jefe de las Hadas vive allí. Como nosotros, los Elfos y las Hadas, éramos una vez la misma raza, así que se decidió que correríamos a su aldea si ocurría una emergencia”.

“Ya veo”.

“Entonces, ¿cómo llegamos allí?”

Lapis preguntó, pensando que como era una aldea oculta, llegar allí no sería sencillo.

Pero ante su pregunta, Feuille ladeó la cabeza con una expresión preocupada.

Loren suspiró al ver que, aunque lo sabía, nunca antes había estado allí.

“Creo que tendremos que buscar en la aldea de nuevo”.

“Sin embargo, creo que la hemos inspeccionado bastante a fondo”.

Aunque todo lo que hicieron fue examinar lo que sucedió, habían pasado por la mayor parte de la aldea.

La aldea tampoco era tan grande, por lo que a Lapis le resultaba difícil creer que hubieran dejado algo de lado, pero ella consideró la posibilidad de encontrar algo nuevo, ya que estaban buscando otra cosa.

Ante las palabras de Lapis, Loren le preguntó a Feuille una vez más, tratando de aumentar las posibilidades de que encontraran algo.

“Feuille, ¿puedes pensar en algo que pueda ayudarnos?”

“Umm...”

Entendiendo que todo con lo que tenían que trabajar era su memoria, Feuille se esforzó por recordar algo que pudiera serles útil, pero no parecía que pudiera hacerlo en el acto.

Incluso mientras estaban parados allí, el tiempo pasó.

Loren pensó que no encontrarían nada si no comenzaban a moverse, así que llamó a Lapis, que estaba mirando a Feuille.

“¿Qué tal si comenzamos a inspeccionar la aldea nuevamente, y Feuille puede seguir pensando mientras lo hacemos?”

“Tienes razón. Podríamos encontrar algo útil, así que comencemos a buscar”.

Cuando ella pronunció la palabra útil, Loren, conociendo sus hábitos, no pudo evitar sentirse preocupado, pero se obligó a ignorarla y se volvió hacia Feuille, que todavía estaba pensando.

“Muy bien, quédate aquí. Vamos a mirar por el lugar nuevamente. Grita si pasa algo, ¿de acuerdo?”

“D-De acuerdo”.

Después de escucharlo responder, Loren y Lapis comenzaron a investigar la aldea nuevamente.

Pero no fue algo favorable para Loren, ya que significaba que tendría que pasar por los restos del ataque nuevamente, por lo que comenzó a buscar por aquí y por allá, haciendo una mueca mientras lo hacía.

Después de todo, los remanentes del ataque aún estaban frescos.

Aunque estaba acostumbrado a ver cadáveres y sangre, el proceso de voltearlos y acercarles la cara era bastante deprimente, por lo que Loren trató de no pensar tanto en eso y continuó en silencio lo que estaba haciendo.

“Los Elfos no son muy enérgicos con respecto a la moda y no tienen muchas joyas y cosas así. Son una raza que dice: ‘Ya nos vemos hermosos, así que no necesitamos vestirnos’”.

“Eso suena muy prejuicioso... Oye, ¿quieres decirme por qué estás hablando de joyas?”

Cuando Lapis dijo eso con voz aburrida mientras volteaba un estante, Loren le preguntó con voz amenazante, pero ya sea que ella no lo escuchó o actuó como si no lo escuchara, continuó parloteando.

“Son una raza que vive del bosque, por lo que no tienen muchas cosas como dinero o algo por el estilo...lo que lo hace bastante aburrido”.

“Espera un segundo. ¿Qué estás buscando?”

“Información sobre la aldea oculta de las Hadas, ¿verdad? ¿O me equivoco?”

Lapis le dirigió una mirada inquisitiva, y aunque Loren no se sintió satisfecho con su respuesta, ella no estaba equivocada, así que continuó con lo que estaba haciendo.

“Negociaban con una ciudad humana, por lo que debería haber dinero para pagarles... ¿Me pregunto dónde está?”

“Espera espera espera. Has estado hablando de cosas que no están relacionadas, ¿lo sabías?”

Loren puso su mano sobre el hombro de Lapis y la giró hacia él, pero Lapis, que se había visto obligada a girar, lo miró con una mirada malhumorada.

“Estoy buscando lo que necesitamos, ¿sabes? Pistas sobre la aldea oculta, ¿cierto? ¿Qué te preocupa tanto, Loren?”

Ella lo dijo tan audazmente que la idea de que él podría haber estado escuchando mal las cosas cruzó por la mente de Loren, y él le soltó el hombro.

Cuando se disculpó con ella mientras ella arreglaba su ropa, y estaba a punto de volver a investigar, Loren se dio la vuelta y la agarró del hombro nuevamente cuando escuchó sus siguientes palabras.

“Oh, mira, una pila de monedas de plata”.

“Oye, oye, espera un segundo. No me digas que estás tratando de robar dinero y joyas”.

Cuando Loren vio que Lapis sacó una pila de monedas de plata envueltas en cuero del estante, ella la abrazó en su pecho y dijo con una cara seria.

“Las personas muertas no usan dinero y tampoco se visten, ¿sabes?”

“No estás equivocada”.

“Incluso si las dejamos, se pudrirían aquí, o llenará los bolsillos de quien encuentre su camino aquí. Así que, ¿no sería mejor si llenara nuestros bolsillos?”

“... No voy a evitar que te las lleves. Pero si hay sobrevivientes, devuélvelas, ¿de acuerdo?”

Si el dueño ya no estaba aquí, como mencionó Lapis, lo más probable es que estuviera muerto, por lo que Loren supuso que estaría bien hacer suyo lo que encontraron.

Pero si los residentes se escondían en la aldea oculta, las monedas que Lapis estaba sosteniendo deberían devolverse y no era algo que ella pudiera tomar.

“Loren, mi motivación para buscar información me está dejando...”

Si había residentes que sobrevivieron y escaparon a la aldea oculta que Feuille había mencionado, tenían derecho a heredar lo que quedaba.

Incluso si lo que encontraron no era legítimamente su propiedad.

Era normal pensar que, si el dueño no estaba vivo, los derechos a todo lo que quedaba en la aldea pasarían a quien llegara primero.

Buscar la aldea oculta significaba buscar posibles sobrevivientes, y eso significaba devolver todo lo que habían encontrado, y al darse cuenta de eso, Lapis parecía haber perdido la motivación.

“Lapis, sé seria, ¿de acuerdo? Si no tenemos cuidado, es posible que no podamos abandonar este lugar con vida”.

“¿Es eso así?”

La respuesta de Lapis sonó despreocupada.

Loren no estaba seguro de si debería sentirse aliviado de que ella respondiera como de costumbre o regañarla porque no estaba siendo lo suficientemente cautelosa.

Pensando eso, dado que Lapis parecía ser poderosa incluso entre los demonios, podría no considerar su situación actual como peligrosa, tanto sentirse aliviado como regañarla no parecía lo correcto, por lo que, sin concluir, Loren estaba a punto de regresar a su trabajo, pero Lapis le tocó la espalda.

“¿Qué pasa?”

“Loren, olvidé algo importante”.

Ligeramente desconcertado por su tono serio, Loren asintió y Lapis continuó.

“Esta aldea fue atacada al menos una vez, ¿verdad?”

“Sí, bueno. Podemos ver eso”.

“¿Adónde crees que fue lo que sea que atacó la aldea?”

Loren comenzó a pensar.

Si estuviera en la aldea, no habrían podido entrar.

Pudieron entrar e investigar porque no estaba aquí, pero cuando se le preguntó adónde fue.

“No me digas...”

Si se fue muy lejos, estaba bien.

Pero si recordaba que encontró una gran cantidad de presas aquí, Loren se dio cuenta de que no habría ido demasiado lejos.

“No estoy segura de cuántas veces fue atacada la aldea, pero...debería recordar que había presas aquí, lo que sea que haya atacado”.

“Eso es cierto...supongo”.

“¿No crees que volverá?”

Una sombra oscura cubrió la mente de Loren ante las palabras de Lapis.

Era posible que debido a que no actuaban de manera normal y actuaban como locos, sus movimientos y acciones se volvieron simples.

Volver a donde se encontraba la presa era algo que los animales hacían todo el tiempo, y no era sorprendente que lo que atacó a la aldea también lo hiciera.

“Encima de eso, entramos en la aldea a plena luz del día, ¿verdad?”

“Lapis vamos a buscar Feuille”.

Loren ya se estaba moviendo antes de que Lapis terminara de hablar.

Lapis lo siguió, como si supiera que Loren comenzaría a moverse.

Si algo los había visto entrar a la aldea, como Lapis había temido, y si algo estaba relacionado con lo que atacó a la aldea, la información de que la nueva presa había ingresado al área ya estaría en sus oídos, y fuera así, Loren solo podría pensar en una cosa que haría.

“¡Mierda! ¡Este lugar sigue siendo peligroso!”

“¡Creo que nos dimos cuenta de eso demasiado tarde!”

Oyeron gritar a Feuille a lo lejos.

Loren pensó que deberían haber abandonado el lugar tan pronto como confirmaron que estaba destruido, pero ya era demasiado tarde.

“¡Loren! ¡Los Elfos muertos!”

Cuando se giró hacia la voz de Lapis, había pequeños seres alados que comenzaron a salir de los cuerpos con sonidos desgarradores.

Al ver que todos eran Hadas, maldijo y continuó corriendo hacia donde dejaron a Feuille, preguntándose cómo sucedió todo esto.

“Las Hadas no nacen de huevos, por lo que no podrían haber puesto ninguno... Así que, ¿por qué las Hadas están emergiendo de los cuerpos de los Elfos? ¿Porque son razas cercanas? Pero entonces, ¿qué lo está desencadenando?”

Lapis estaba murmurando algo sobre la increíble vista que estaba sucediendo a su alrededor, pero Loren no podía entender nada de lo que estaba diciendo.

Pero alcanzar a Feuille era la máxima prioridad, así que mientras continuaba corriendo, serpenteando por algunos edificios, vio a Feuille corriendo por su vida hacia él.

“¡Loren! ¡Las Hadas han vuelto...!”

“¡Ya lo sé! ¡Sujétate, vamos a salir de aquí!”

Cuando Loren se detuvo, levantando una nube de polvo, agarró la mano de Feuille, tiró de él, lo puso debajo de su brazo y comenzó a correr hacia Lapis.

“Umm... Oh, ya están aquí”.

Aunque Lapis no entendió por qué Loren se giró repentinamente hacia ella, vio el enjambre de Hadas que perseguían a Feuille, se dio la vuelta con un suspiro y comenzó a seguir a Loren, con el aleteo de alas detrás de ellos.

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