Traducción al Inglés: Lizz | Edición: Xemul
Traducción y Edición al Español: BlackCyan
Capítulo 151: De Partir a Acampar
El party abandonó la ciudad de Kauffa y su viaje hasta ahora fue un poco mejor de lo esperado, aunque no lograron llegar muy lejos el primer día. Todo lo que hicieron durante el día fue seguir la carretera principal e intercambiar saludos con los viajeros que pasaban ocasionalmente.
Como no podían ir más lejos de lo planeado, decidieron establecer un campamento en la llanura a lo largo de la carretera principal y dieron por terminado el día.
“¿Soy solo yo, o vamos un poco lento?”
“No, todos sienten lo mismo, excepto una persona”.
“La razón es...seguramente esa”.
Dijo Lapis, mientras miraba a dos burros exhaustos. Todos pudieron ver que estaban un poco sobrecargados y, Gula, la razón de este aumento de carga de equipaje, mostró una débil sonrisa de disculpa:
“Lo siento. Yo como mucho”.
“Está bien para nosotros, pero los burros son lamentables. Discúlpate con ellos”.
“Lo siento chicos. Solo como mucho”.
Dijo Gula y se inclinó repetidamente ante los burros. Tizona se limitó a sonreír con ironía, pero Lapis, que conocía la verdadera identidad de Gula, observó la increíble escena con una expresión perpleja. Lapis no sabía quién los llamó Dioses Malignos por primera vez, pero se preguntaba cómo se sentiría esa persona al ver a un ser así inclinándose ante un par de burros.
La expresión de Lapis se volvió aún más perpleja cuando Loren amontonó la gran cantidad de ramas que había cortado y recogido de sus alrededores en una pila.
“Tizona, enciende estas”.
Loren pensó que como alguien apodado ‘Hellfire Sword’, Tizona sería una experta en el uso del fuego. Pero ella protestó con una expresión despiadada:
“Espera un minuto, no soy un encendedor andante. Además, hay madera verde mezclada en esto, ¿no es así?”
“¿No puedes secarla?”
“No es que no pueda, pero... Bueno, ya conoces mi apodo, ¿no? ¿Debería usar mi habilidad para cosas como esta?”
Tizona preguntó con una expresión bastante lastimosa. Seguramente este era un trabajo demasiado humilde para pedirle a un mercenario con dos nombres, ¿no?
Loren respondió con calma:
“No me importa. Si no quieres hacerlo, entonces compra leña en el pueblo vecino. Por supuesto, esto se sumará a nuestros gastos, y dado que acamparemos mucho debido al viaje de ida y vuelta, es necesario comprar lo suficiente para su futuro uso. ¿Bien?”
“... Déjame hacerlo”.
Comprar leña aumentaría aún más los gastos, por lo que Tizona cambió de opinión de mala gana. Entonces levantó la mano sobre la pila de madera que se tambaleaba reunida por Loren.
“¿Puedes secar la madera verde?”
“Está bien si solo la caliento y no la quemo, ¿verdad? En el peor de los casos, puedo obligarla a quemarse”.
“¿No es eso magia?”
Preguntó la sacerdotisa del Dios del Conocimiento, quien de repente sintió curiosidad por el proceso.
No parecía que Tizona tuviera la intención de ocultar nada, por lo que respondió mientras fruncía el ceño al montón de madera:
“Es mi Don. Otro aparte de << Incinerar >>”.
“Eso es realmente conveniente, ¿no? Poder usar magia para secar cosas...”
“No estoy segura, pero se supone que no debe usarse así. Más bien, debería sorprenderte más que yo tenga dos Dones”.
“Ahora que lo mencionas...”
Aparte de Tizona, Lapis no había conocido a ninguna otra persona con un Don...a excepción de cierto aventurero llamado Klaus. Tenía un Don llamado << Aumentar >>, que le permitía amplificar su propio poder y el poder de aquellos a quienes tocaba. Klaus nunca había mencionado tener otro Don, por lo que Lapis no estaba segura de si lo estaba escondiendo o si << Aumentar >> era el único que tenía. Sin embargo, a juzgar por la forma en que habló Tizona, parecía que para una persona recibir dos Dones era extremadamente raro.
“No solo tengo uno, sino dos raros Dones. Y ahora estoy usando uno de ellos para secar tu leña...”
“Pero lo estás usando con un propósito pacífico, ¿no?”
“¿Por qué parece que estás tratando de darle un noble propósito a mi Don aquí? ¡¿No es extraño?!”
“¿Qué Don es, por cierto?”
“Se llama << Arder >>. Lo estoy usando para secar la leña ahora, pero esto es lo que solía quemar las tropas de nuestro empleador. Y de ahí viene mi apodo”.
Dijo Tizona y su mano izquierda tembló por una pequeña chispa que inmediatamente se convirtió en fuego. Cuando apretó la mano en un puño, el fuego comenzó a crecer y tomó una forma similar a una espada.
“Así es como se usa originalmente << Arder >>”.
Tizona abrió su puño izquierdo y la espada desapareció tan repentinamente como había aparecido. No había ninguna necesidad real de sacar una espada, simplemente quería mostrársela.
Lapis exclamó, realmente impresionada:
“Realmente no necesitas un quemador en absoluto”.
“Eres la primera persona en tener ese tipo de reacción después de ver << Arder >>”.
Tizona continuó secando la leña en silencio, pero sus hombros ahora se habían hundido por la decepción.
Después de resolver el problema con el fuego, Loren y Lapis lograron de alguna manera preparar la cena de Gula. Pero cuando Tizona verificó la cantidad de madera que quedaba, se sorprendió por completo:
“Esperen, ¿cómo pudieron utilizar casi toda la leña?”
Tizona secó bastante leña, pero la cantidad que quedaba apenas alcanzaba para hacer una fogata. Ni siquiera estaba segura de si podría mantener el fuego encendido durante toda la noche.
Para responder a su asombro, Loren señaló con cansancio a Gula:
“Usamos más de la mitad para cocinar... Quéjate con la gran comedora de allí”.
“Ni siquiera estoy medio llena”.
Gula dijo con tristeza mientras se frotaba el estómago. Tizona la vio devorar una enorme cantidad de comida, pero no pudo averiguar adonde diablos se fue. Aún más extraño era el hecho de que su estómago ni siquiera parecía hinchado.
“Tengo la sensación de que tendremos que abastecernos una vez más antes de llegar a nuestro destino”.
Lapis murmuró consternada mientras abría su mapa. La carga de los burros era bastante pesada, pero se alivió considerablemente después de acampar una sola vez y los burros ahora parecían algo más felices. Sin embargo, si esto continuaba ya después del segundo campamento, se quedarían sin comida. No sería posible llegar a su destino si no se abastecían en una aldea o pueblo a lo largo de la carretera principal.
“Las actividades físicas aumentan el apetito, eh”.
“Loren, ¿esto realmente está bien?”
Lapis señaló a Gula, quien consiguió un palillo de algún lugar y lo estaba masticando. Loren no pudo darle una respuesta.
Decir que no estaba bien significaría echar a Gula. Lo que le molestaba de hacerlo no era que ella fuera indispensable, sino la perspectiva de sus acciones posteriores. En lugar de tirar una peligrosa caja de combustibles sin saber dónde terminaría, era mejor gastar algo de dinero y tenerla a la vista.
“No se puede evitar. No encontraremos ninguna solución, aunque lo intentemos. En lugar de eso, decidamos el orden para hacer guardia y luego vayamos a dormir”.
“Bueno, entonces deja que Gula haga guardia toda la noche”.
“¡Espera un minuto! Yo también quiero dormir”.
Gula escupió el palillo y protestó, a lo que Loren y Lapis la miraron estupefactos. Sin saber si volvió a decir algo extraño, titubeó un poco.
Lapis le preguntó, sonando bastante confundida:
“¿Incluso necesitas dormir?”
“¡¿Necesitar?! ¡Sigo siendo un ser vivo, ¿sabes?!”
“¿No has dormido lo suficiente para pudrirte el cerebro? No dormir durante unos días todavía está bien para ti, ¿no?”
“¿Ni siquiera tienes la intención de dejarme dormir ni siquiera una vez?”
“Por favor, trabaja tanto como comes”.
Dijo Lapis con total naturalidad, y la expresión de Gula se puso triste.
Pensando que no podía dejar que las cosas progresaran así, Tizona intervino:
“No estoy segura de lo seria que eres, pero ella morirá si no duerme al menos una vez durante estos cuatro días”.
“Pero no lo hará. A lo sumo, solo tendrá algunas alucinaciones”.
“¿Por qué no lo dejas pasar? A quien más le duele el bolsillo es a mí, ¿no es así?”
Gula bajó la cabeza ante el veneno que se escondía en secreto detrás de esas palabras.
Al ver que Lapis no tenía objeciones, Tizona sacó un reloj de arena de su equipaje:
“La arena se acabará en exactamente dos horas. Como quedan unas ocho horas hasta la mañana, turnémonos y hagamos guardia dos horas cada uno”.
“¿Deberíamos echarlo a la suerte?”
“No, yo lo propuse, así que iré primero”.
Por lo que el orden de guardia se decidió así: Tizona ⇾ Gula ⇾ Loren ⇾ Lapis.
Al escuchar esto, Gula saltó enérgicamente hacia Loren como si su expresión abatida antes hubiera sido toda una mentira. Loren no tuvo tiempo para esquivar su avance y terminó por tenerla aferrada con fuerza a su brazo. Trató de sacudirla, pero ella la sostuvo firmemente con ambos brazos, lo que le hizo imposible apartarla.
“En ese caso, duerme conmigo, Loren”.
“¿Por qué debería?”
“Porque nuestros sacos de dormir son del tipo normal, mientras que los suyos son de alta calidad. Seguramente se sentirá diferente, ¿verdad?”
Era cierto, pero eso no significaba que debía cumplir con su deseo. Gula lo abrazó en la cama recientemente, y la situación en ese entonces fue realmente peligrosa. Si hacía eso dentro de los estrechos límites de un saco de dormir, simplemente estallaría.
Sin embargo, él no pensó que Gula aceptaría una negativa. Pensando que era solo un humano, Loren propuso un compromiso:
“Entonces puedes usar mi saco de dormir. El normal está bien para mí”.
“Pero eso no tendrá sentido. Dos personas estarán más cálidas si están juntas, ¿verdad Loren? ¿Verdad?”
Gula frotó su cuerpo contra Loren. En ese mismo momento, Lapis se acercó a ella por detrás y la cubrió de la cabeza a los pies con su saco de dormir. Incluso ató cuidadosamente a Gula con una cuerda mientras Loren miraba con asombro. Así, Gula no podría salir cuando llegue su turno. Mientras Loren se preguntaba acerca de esas cosas, Lapis arrojó a una firmemente empaquetada Gula dentro de su tienda y se volvió para mirarlo.
“¿Qué?”
“No sientes remordimientos ni nada, ¿verdad?”
“Gracias por salvarme”.
Al escuchar su agradecimiento, Lapis pareció aliviada. Luego les dio las buenas noches a Loren y Tizona y se arrastró hasta su propia tienda.
“Lo siento, es un gran problema, pero cuando sea el turno de Gula, ¿puedes sacarla del saco de dormir? Creo que no podrá salir sola”.
“Entiendo...”
“Bueno, entonces, te lo dejo a ti”.
Loren despidió levemente a una Tizona que asentía con la cabeza y entró en su tienda. Un día de caminata lo había agotado, aunque no tanto como la cuestión del apetito de Gula, y el sueño llegó poco después de meterse en su propio saco de dormir.
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Gracias por la traducción.
ResponderBorrargracias por la traducción
ResponderBorrarGracias por la traducción :3
ResponderBorrarMuchas gracias. Feliz año nuevo
ResponderBorrarGula está loca por Loren. Que esto sea un harem pero ya!
ResponderBorrarLoren y Lapiz se convirtieron en padres luchones para alimentar a su hija xD
ResponderBorrarGula chan, lo mejor de la obra xD