Traducción al Inglés: Lizz | Edición: Xemul
Traducción y Edición al Español: BlackCyan
Capítulo 155: De Llegar Demasiado Tarde a un Contraataque
El party de Loren salió apresuradamente de la tienda y regresó a su posada. Y luego se dirigieron al establo, donde estaban sus burros, tan pronto como llegaron. Sintiendo que algo había sucedido, el posadero les preguntó sobre la situación actual, pero no tuvieron tiempo de responderle. Empacaron y cargaron los burros, pero antes de que pudieran sacarlos del establo, la situación había cambiado.
“Ah, esto no es bueno, ¿no?”
Gula, que tiraba de las riendas de los burros, dijo en el momento en que salió del pequeño refugio. Frente a ellos se elevó una columna densa y ondulante de humo negro, completamente diferente de la tenue que habían visto desde la tienda de comestibles.
Aparentemente, algunas personas no estaban satisfechas con los estragos que habían causado en otro lugar, así que extendieron sus manos hacia esta ciudad. O tal vez había sido su intención desde el principio.
“¿Llegamos demasiado tarde?”
“Así parece”.
Si la ciudad ya había sido atacada, era poco probable que los bandidos dejaran que su party se fuera tan fácilmente. Sin mencionar que el humo se elevaba desde el sur, hacia donde ellos se dirigían. No podían salir de la ciudad sin pasar por la zona donde seguramente estaba sucediendo algo.
“No tenemos más remedio que salir por otra salida y tomar un desvío más tarde”.
“Si tan solo nuestros oponentes fueran lo suficientemente estúpidos como para permitir que eso sucediera”.
Sus oponentes eran numerosos y, si su método de operación era bueno, nunca dejarían un hueco para que la gente de la ciudad pudiera escapar.
Si la ciudad fuera más grande, los bandidos no tendrían suficientes hombres para vigilar e incluso si lo hicieran, la banda estaría dispersa. Pero en ciudades no tan grandes como esta, eso era demasiado bueno para esperar.
“Incluso si son estúpidos, no podremos movernos rápido en la situación actual. Nos descubrirán y nos rodearán tarde o temprano”.
Dijo Lapis al mirar las cargas de los burros, que se habían vuelto enormes nuevamente después de la reposición de alimentos. Las dos criaturas parecían algo cansadas. Los burros no eran animales rápidos ni siquiera en su mejor momento, y teniendo en cuenta la cantidad de equipaje que llevaban en la espalda, apenas podían caminar, y mucho menos poder huir de cualquier cosa.
“Asumiré la responsabilidad y me ocuparé de esto...”
“No hables de cosas que no puedes hacer”.
Gula intentó decir algo, pero Loren la retuvo.
Tizona probablemente pensó que Gula se sentía responsable y trató de resolver la situación sola, aunque no pudo, y Loren la estaba disuadiendo de hacerlo. Pero la verdad era que Gula realmente podía resolver todo esto por sí misma, pero Loren no tenía idea de lo que pensaría Tizona después de presenciar eso, así que tuvo que frenarla. Su ‘no puedes’ llevaba el matiz de ‘no se lo puedes mostrar a Tizona’.
“Entonces déjame comprobar la situación primero”.
“¿Qué planeas hacer?”
Gula no respondió a Loren, simplemente le arrojó las riendas de los burros a Tizona, luego colocó ambas manos en la pared del establo y trepó suavemente hasta el techo.
Loren y Lapis solo la vieron trepar mientras Tizona preguntaba con asombro:
“¿No es ella una maga?”
“... Si crees que todos los magos son delicados, entonces has cometido un gran error”.
“¿Es eso así?”
Loren no pudo responder eso. Para su conocimiento, entre la pequeña población de magos en este mundo, ninguno podía escalar una pared casi sin ningún punto de apoyo o posición segura usando solo manos y pies como lo hacía Gula. Pero si le preguntaban cómo lo hizo, no podría responder, por lo que no tuvo más remedio que guardar silencio.
“¡Loren, esto es malo! ¡Puedo ver fuego que viene del sur!”
Gula, que estaba de pie en la azotea con una mano protegiéndose los ojos, miró en la dirección de las llamas y dijo. Desde su posición, podía ver cosas que no podían ver desde abajo.
“Entonces es realmente un ataque, y no tenemos más remedio que actuar en consecuencia”.
“Debería haber un límite para nuestra mala suerte. ¿Hay alguien aquí relacionado con el Dios de la Pestilencia?”
“Y-Yo no, creo”.
Tizona fue la única que se puso nerviosa por la pregunta de Lapis y Loren no pensó que pudiera ser él en absoluto. La única persona que parecía tener vínculos con el Dios de la Pestilencia era la que estaba en la azotea. Pero, dado que él no conocía la diferencia entre el Dios de la Pestilencia y un Dios Maligno, no podía considerar que las dos entidades fueran iguales.
“¿Qué hacemos ahora, exactamente?”
“No hay otra forma más que repeler a los atacantes. No estoy seguro de cuántos de ellos hay, pero deberían retirarse si matamos a unos treinta, ¿verdad?”
“¿Significa que hay casi un centenar de ellos en total?”
Lapis parecía sorprendida, pero Loren pensó que no era tan malo. En el campo de batalla, matar a treinta hombres no tendría ningún impacto en el resultado de la guerra, a diferencia de aquí.
“Entonces, ¿quién debería hacerlo?”
“¿No deberíamos ir todos?”
Preguntó Tizona. Loren miró las riendas en sus manos y luego los burros cargados detrás de ella y se preguntó si planeaba ir a una batalla de esa forma.
“Necesitamos a alguien que cuide el equipaje, ¿no?”
“¿Puedo luchar así?”
Si Tizona usara sus Dones, de hecho, aún podría luchar sin soltar las riendas de los burros o dejar este lugar. Sin embargo, eso no significaba que los burros estuvieran a salvo. Podría quemarlos junto con el equipaje.
“No servirá. Si quemas nuestro equipaje y perdemos nuestras provisiones, la que está ahí arriba tendrá hambre”.
Loren señaló la azotea, desde donde Gula estaba viendo la discusión.
Una vez finalizado este ataque, es probable que las tiendas no puedan reanudar sus actividades como de costumbre. Si perdieran su equipaje, quedarían atrapados en esta ciudad y completar la misión de Tizona sería difícil. Si los términos de pago del reclamo de reparación de Tizona eran lo suficientemente laxos, podían esperar hasta que la ciudad reanudara sus operaciones normales, pero nadie sabía cuándo sería.
“Entonces, ¿cuál es tu plan?”
“Tizona cuidará el equipaje. Y también Lapis. Gula y yo nos las arreglaremos de alguna manera”.
“Eso suena bien”.
Lapis expresó estar de acuerdo antes de que Tizona pudiera objetar. Llevar a Lapis, que era una sacerdotisa, a un área caótica podría ser un acto bastante peligroso. Sin embargo, eso no significaba que pudieran dejarla cuidar el equipaje sola. Necesitarían a alguien más, y desde el punto de vista de Loren, Tizona era adecuada para ese papel: después de todo, podía manejar a múltiples enemigos sola.
“No tengo ningún problema con eso, pero...”
“Entonces está decidido. ¡Gula! Memoriza la ubicación y baja rápidamente. Nosotros dos nos encargaremos de esto”.
“Muy bien. Debería trabajar tanto como trago, ¿no?”
Gula saltó desde la azotea y los ojos de Tizona se abrieron un poco ante su agilidad. Sus movimientos no eran algo que Tizona asociaría con la palabra ‘mago’ en absoluto. Su aterrizaje fue tan silencioso y ágil como el de un gato. Dudaba que Gula fuera realmente una maga, pero ahora no había tiempo para confirmarlo.
“Entonces, nos vamos. Se lo dejamos a ustedes”.
“Vuelvan a salvo. Nos quedaremos aquí como buenas chicas”.
“Bien”.
“Los curaré de inmediato si están heridos, pero, aun así, tengan cuidado, los dos”.
Las palabras de Lapis fueron dichas a sus espaldas. Loren ya tenía la mano en la empuñadura de su gran espada, mientras que Gula corría hacia las llamas con las manos desnudas como siempre. Tizona siguió sus espaldas con la mirada, luego volvió la mirada hacia sus alrededores. Ella creía que los bandidos dividieron sus fuerzas.
“¿Crees que estarán bien?”
Era difícil para Tizona imaginar que un mercenario apodado ‘Slaying Wind’ fuera obstaculizado por algunos bandidos. Y no era fanfarronear, sino que se podía decir lo mismo de ella, que tenía el apodo de ‘Hellfire Sword’. Aun así, sintió un poco de ansiedad por tener solo dos personas lidiando con un grupo de bandidos en un ataque a la ciudad.
“Lo estarán, ¿no? Los soldados estacionados aquí tampoco serán eliminados repentinamente”.
Incluso si solo unos pocos de los guardias sobrevivieran, aún podrían aliviar la carga de Loren y Gula. Además, Lapis no podía imaginarse a esos dos siendo derrotados por los bandidos en absoluto. Para ser honesta, se preguntó si era una exageración enviar a un mercenario con dos nombres y un Dios Maligno para lidiar con un centenar de bandidos.
“Más que ellos, me preocupa que nosotras nos encontremos con bandidos”.
“Está bien, haré mi deber de protectora correctamente”.
O eso dijo Tizona, pero Lapis estaba preocupada exactamente por ella. Los Dones de Tizona eran un poco diferentes de la manipulación normal de fuego, pero fundamentalmente solo podía atacar usando el fuego para quemar. En los campos de batalla o en las llanuras vacías, sus habilidades eran realmente muy poderosas. Pero en un área cerrada como una ciudad, aunque << Incinerar >> no causaría daños colaterales a los alrededores, << Arder >>, que Tizona solía usar cuando se enfrentaba a una gran cantidad de enemigos, seguramente lo haría.
Loren dejó a Lapis aquí porque le dijeron a Tizona que era una sacerdotisa, lo que significaba que debería haber sido inútil en una pelea para repeler a los atacantes. Pero debe haber una razón por la que tomó a Gula en lugar de Tizona.
“De todos modos, déjalo en manos de esos dos y espera aquí tranquilamente, ¿de acuerdo?”
Dijo Lapis, ligeramente acentuado la parte de ‘tranquilamente’. Tizona encontró su manera de hablar un poco dudosa, pero asintió con seriedad.
────────────────────────────────────────────────────
Gracias por la traducción.
ResponderBorrarGracias por la traducción.
ResponderBorrargracias por la traducción
ResponderBorrarPobre tizona, no imagina que esas dos estan mas alla de la imaginacion, una es la encarnacion del mal disfrazada de sacerdotiza, y la otra, el deseo de la gula
ResponderBorrarMuchas gracias
ResponderBorrar