Traducción al Inglés: Lizz | Edición: Xemul
Traducción y Edición al Español: BlackCyan
Capítulo 156: De la Lucha a la Preparación
Dejando el equipaje a Lapis y Tizona, Loren y Gula se apresuraron hacia el lugar de donde salía humo.
“¿No está bien que pelee un poco más en serio esta vez?”
Gula le preguntó a Loren mientras lo seguía de cerca desde atrás. Sin dejar de correr, Loren le dirigió una media mirada fija y respondió:
“No es buena idea. Sé prudente, solo sé prudente”.
“¿Por qué dejaste a Tizona-chan atrás entonces?”
Si Gula pudiera luchar en serio, seguramente sería fácil. Pero no importa cuán fuertes fueran los bandidos, aún existía la posibilidad de que no todos los guardias de la ciudad fueran asesinados cuando Loren y Gula los alcanzaron. Loren no podía dejar que Gula se comiera a los bandidos cuando había testigos alrededor.
“Para mantener sus ojos fuera de nosotros”.
Mientras Tizona no estuviera allí para verlo, podían fingir ignorancia suficiente sobre todo el asunto más tarde, Loren planeaba dejar que Gula se soltara un poco. Incluso si hubiera testigos.
“Me pregunto si podré comer algo en secreto entonces...”
Llegaron al distrito sur de la ciudad mientras hablaban. Había incendios por aquí y por allá, así como cadáveres de guardias tirados en el suelo, probablemente asesinados por los bandidos. También pudieron ver moverse a los bandidos que habían invadido la ciudad. La escena hizo que Loren se detuviera y se frotara los ojos.
“Esto es bastante sorprendente, ¿no?”
Había una razón por la que Loren tuvo que detenerse. Lo que estaba sucediendo era completamente diferente a la imagen de un ‘ataque de bandidos’ que Loren tenía en su mente.
“¡No se preocupen por los guardias! ¡Solo tomen las mercancías!”
“¡Y no vayan tras los residentes! ¡Si tienen tanto tiempo libre, entonces muevan las bolsas!”
“¡No vayan a quemar todo como idiotas! ¡Solo quemen los edificios!”
Por lo que parece, los bandidos estaban sacando su botín uno por uno de una manera bien organizada. Varios de ellos parecían encargados de supervisar el proceso y bajo sus órdenes, los otros bandidos estaban empacando su botín, cargándolos en carros, y los carros completamente cargados salían de la ciudad uno tras otro.
“Parece que ya lo han resuelto todo”.
Desde atrás de Loren, Gula se asomó a la escena y expresó su impresión. Pero ver trabajar a los bandidos demasiado bien entrenados le dio a Loren un muy mal presentimiento.
“¿No se están comportando demasiado bien?”
Gula expresó su mal presentimiento en palabras.
Atacar, matar, saquear, quemar, luego correr; el modus operandi de los bandidos se podría resumir en esas palabras. Pero los comportamientos de los bandidos que estaban atacando esta ciudad son muy diferentes de esos actos sin ley; se movían como si hubieran sido entrenados.
“Entonces... ¿qué hacemos ahora?”
“¿Que qué hacemos, preguntas...? No importa lo bien que se comporten, todavía se están llevando los suministros de esta ciudad, ¿no es así?”
Si le preguntaban a Loren si deberían dejar ir a los bandidos que se comportaban bien, la respuesta era no. Aun así, los bandidos que se comportaban de manera demasiado extraña le dificultaba simplemente matarlos. Se preguntó qué pasaba con ellos.
“Entonces puedo comer un poco, ¿verdad?”
“Solo si te preocupas de que no te descubran”.
Como si hubiera recibido un permiso, Gula se humedeció los labios al pasar junto a Loren y luego saltó en medio de los bandidos que se llevaban los suministros fuera de la ciudad.
Para los bandidos, que habían terminado su ataque y ahora estaban totalmente comprometidos con el transporte del botín, el asalto de Gula fue una gran sorpresa. En un instante, más de la mitad de ellos habían caído presa de los colmillos invisibles y desaparecieron.
“¡¿Qué?! ¡¿Qué está pasando?!”
“¿Todavía quedan algunos guardias?”
Los bandidos estallaron en un alboroto como un nido de hormigas siendo agobiado. Mirando desde la sombra de un edificio, Loren no pudo decidir quién era el villano aquí, ellos o Gula. Los bandidos seguramente estaban equivocados, ya que atacaron la ciudad—eso era un hecho innegable, pero Gula, quien se abalanzó sobre ellos como un perro sin correa e inmediatamente comenzó una matanza indiscriminada, ciertamente no parecía alguien que estuviera trabajando para ayudar a la ciudad.
“¡Maldición! ¡¿Qué pasa con esta mujer?!”
“¡Es como si hubiera muchos dientes por aquí!”
“¡Corran! ¡Vamos por los carros primero! ¡Y dejen el resto!”
Incluso en medio de un caos considerable, los bandidos actuaron con rapidez. A excepción de los que luchaban contra Gula, todos los demás recogieron inmediatamente sus bolsas con botín, se subieron a los carros restantes y se fueron a toda velocidad. Loren admiró su rápida reacción, pero no era como si Gula dejara escapar a su oponente.
“¡¿Qué?! ¡¿Ni siquiera vas a dejar algo comida atrás?!”
Esferas de luz fueron disparadas al mismo tiempo que su grito, destruyendo con precisión los ejes de los carros. Al perder las ruedas, los carros rebotaron en el suelo y se volcaron. Loren miró la escena mientras torcía casualmente el cuello de un bandido que lo había notado y lo había ido a atacar.
Los bandidos afortunados que se cayeron del asiento del conductor inmediatamente se levantaron y prepararon sus armas. Los desafortunados se quedaron quietos con sus cuerpos rotos o retorcidos. Pero en poco tiempo, a los que pudieron levantarse les arrancaron el cuerpo, los masticaron y fueron devorados en el aire por Gula.
Al poco tiempo, Loren y Gula fueron los únicos que todavía se movían en aquel lugar. Gula se secó la boca con el dorso de la mano, relajó el cuerpo y luego se volvió hacia Loren, que estaba mirando todo desde la distancia como si fuera un juego deportivo.
“¿Ya terminaste?”
“Sí, gracias. ¿Algún testigo?”
“Algunos residentes sobrevivieron, pero los envié a tomar una siesta de antemano. En cuanto a los bandidos, todos menos los que huyeron fueron asesinados”.
‘Justo como esperaba’, pensó Loren y miró sus pies. Cuando Gula estaba peleando, algunos bandidos también habían ido a atacarlo. Los había matado a casi todos con las manos desnudas, pero de repente se le ocurrió una idea y decidió mantener a uno con vida. Entonces, en lugar de matarlo, lo noqueó y actualmente lo mantenía bajo sus pies.
“Oye Loren, ¿nos llevamos esas bolsas?”
“¿Hay alguna razón para hacerlo? Vamos a devolverlas a los residentes”.
No había ningún problema para que uno reclamara los bienes robados que había recuperado, pero Loren no era lo suficientemente insensible para hacer eso, incluso si los bienes se recuperaron directamente del escondite de los bandidos.
“¿Por qué? ¡No quiero trabajar gratis!”
“También podemos exigir algunas recompensas a la ciudad. Déjalo en manos de Lapis, ella hará un buen negocio”.
Habiendo dicho eso, parecía que los guardias que vinieron a interceptar a los bandidos habían sido aniquilados casi por completo, y él no tenía idea con quién negociar las recompensas. Loren decidió dejar eso también a Lapis y volvió su atención al bandido que estaba pisando.
El bandido era un hombre que parecía tener cerca de treinta años. Parecía haber sido un bandido durante bastante tiempo: estaba cubierto de cicatrices y su rostro era perverso incluso en su estado inconsciente.
Incluso si parecía lo suficientemente aterrador como para asustar a los niños, no había nada que pudiera hacer mientras estaba inconsciente. Antes de despertar, Loren decidió hacer lo que tenía que hacer: tomó una cuerda que se usaba para atar las bolsas con el botín, ató adecuadamente al bandido y luego lo arrojó sobre su hombro.
“¿Eh? ¿Es una ración de emergencia?”
Preguntó Gula, al darse cuenta de que estaban a punto de llevar a ese hombre a alguna parte.
“Ración de emergencia para quién... Ah, ¿te refieres a ti?”
“¿Tú también comes personas?”
“El canibalismo no es mi pasatiempo. Y he oído que las personas no saben muy bien”.
El rostro de Gula se puso rígido ante la suave respuesta de Loren. No esperaba esa respuesta en absoluto.
“¿De quién lo escuchaste?”
“Un compañero mercenario que una vez quedó atrapado en un asedio. El enemigo estaba usando tácticas de hambre, así que tenían que comer cualquier cosa que pareciera comestible... Bueno, no es nada importante”.
El olor proveniente del bandido hizo que Loren hiciera una mueca. Olía a sudor, inmundicia y suciedad. ‘Podrías mantener la higiene personal, ¿no?’, pensó Loren. Pero un bandido higiénico probablemente no existía en ningún lugar de este mundo, así que simplemente se resignó a ello.
“¿Hay algún lugar donde podamos evitar los ojos del público? No tenemos mucho tiempo”.
“¿Qué tal bajo la sombra de ese almacén en ruinas?”
Gula señaló el lugar con la barbilla, y Loren se dirigió allí con pasos ligeramente apresurados, con el bandido todavía sobre su hombro, y Gula lo siguió detrás. Ella parecía interesada en lo que planeaba hacer. Cuando Loren tiró al hombre al suelo, lo apoyó contra la pared del almacén y sin prisa abrió su chaqueta para sacar algo, Gula generalmente entendió su plan.
Lo que Loren sacó de su chaqueta fue un cuchillo. Lo sostuvo en su mano derecha, con la hoja desnuda, y abofeteó al bandido con la mano izquierda. Gula preguntó:
“¿Quieres cercenarlo? Eso es un poco sucio, ¿no?”
“Bueno, eso dependerá de su resistencia”.
Los ojos del bandido se abrieron solo un poco. Loren se arrodilló detrás de él, moviendo el cuchillo frente a sus ojos para que pudiera verlo mejor.
El bandido miró a su alrededor con los ojos ligeramente abiertos. Su conciencia parecía todavía vaga, y no podía comprender en qué tipo de situación se encontraba. Cuando finalmente se dio cuenta de que lo habían atado y no podía moverse, y notó que Loren agitaba un cuchillo desnudo frente a él, dejó escapar un chillido corto y pequeño.
“No hagas ningún ruido. Si viene alguien, tendré que ocuparme de ti muy rápido”.
Dijo Loren y acercó la hoja del cuchillo a la mejilla del hombre. La fría hoja de acero pareció despertarlo por completo y palideció.
Loren pareció complacido con eso. Se inclinó un poco más cerca y susurró:
<“Bueno, no tengo mucho tiempo y no quiero ensuciarme las manos”.>
“¿Qué demonios planeas hacer?” el bandido miró a Loren como si buscara una respuesta. De hecho, podía adivinarlo, pero no podía obligarse a creerlo.
Loren no le prestó atención y continuó:
“En primer lugar, te daré una demostración rápida de lo que sucederá a partir de ahora si no respondes a mi pregunta”.
“P-Por favor, detente. ¡Solo pregunta lo que quieras preguntar!”
“Por el bien de los dos, espero que digas la verdad. No tengo tiempo para que me mientas. Por lo tanto, es mejor si experimentas una vez lo que sucederá si mientes o guardas silencio. Fácil de entender, ¿no?”
Loren, sin prisa, arrastró la hoja desde la mejilla del bandido hasta sus labios. Las lágrimas brotaron de los ojos del bandido, e incluso parecía querer negar con la cabeza para rogarle a Loren que se detuviera, pero el firme agarre de Loren solo le permitió mover ligeramente el cuello. Un gemido rígido y entrecortado se escapó de su boca.
“No soy un experto, así que no soy muy bueno en esto. Bueno, probablemente sea suficiente, así que disfrútalo”.
Dijo Loren, mientras la hoja del cuchillo cortaba el labio.
El bandido dejó escapar un grito ahogado y agitó los pies salvajemente. Pero como Loren estaba a horcajadas [1] sobre él, estaba casi inmóvil, solo podía dejar que Loren hiciera lo que quisiera sin poder resistirse.
“Uwah... Así que incluso Loren sabe de estas cosas desagradables”.
Exclamó Gula, cubriéndose la cara con las manos, pero aún se asomaba por detrás de los dedos para observar la escena. Mientras tanto, Loren continuó su trabajo con el cuchillo sin cambiar de expresión.
[1] A horcajadas = Dicho de sentarse, montar o cabalgar con una pierna a cada lado de una persona, animal, objeto o lugar sobre la que se está.
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Gracias por la traducción.
ResponderBorrarMuchas gracias maestro
ResponderBorrarGracias por la traducción!
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