The Strange Adventure of a Broke Mercenary C.168

Autor: Main
Traducción al Inglés: Lizz  |  Edición: Xemul
Traducción y Edición al Español: BlackCyan

Capítulo 168: Resolviendo y Cerrando

Y así, la historia sobre la gran banda de bandidos que causaba problemas en un rincón del Reino de Wargenburg llegó a su fin.

Loren informó al Gremio de Aventureros que se habían ocupado de los bandidos. En su informe, los bandidos fueron aniquilados por un estallido de no-muertos. A pesar de que también habían luchado contra algunos de los bandidos, no había nadie más cuando terminaron con ellos, por lo que el party asumió que todos los demás bandidos habían muerto o habían huido.

Este informe sonaba bastante dudoso viniendo del party contratado para acabar con los bandidos, pero el grupo de Loren no se había inscrito en tal misión. Fueron contratados para explorar las ruinas, por lo que no hubo problemas. Por el contrario, en realidad, ellos se quejaron ante el Gremio en su lugar. Después de todo, el Gremio no les había informado de que había una base de bandidos tan grande cerca de las ruinas. Habían recibido algo de dinero como disculpa.

En cuanto a su propósito original en esta aventura: las ruinas resultaron ser solo una decepción para Tizona.

Cuando entraron en las ruinas, Loren y Lapis pensaron que debía ser la casa de vacaciones de algún noble o rico de la antigüedad. Parecía haber varias otras construcciones en los alrededores, pero solo la casa principal quedó en pie después de todo este tiempo. En resumen, era un edificio poco utilizado y no quedaba casi nada de valor en su interior. Además, los bandidos se habían llevado la mayoría de ellos, vendiendo algunos por dinero en efectivo y almacenando el resto en sus depósitos. Los objetos infundidos con magia que habían encontrado antes eran parte de estos.

Si la historia terminaba así, Tizona no obtendría la cantidad de dinero que necesitaba y tendría que convertirse en propiedad de algún noble. Pero afortunadamente encontraron con éxito alguna porción del tesoro de los bandidos.

Este tesoro incluía una gran cantidad de bienes que los bandidos habían reunido antes de desarrollarse, y cosas que habían saqueado después, todo almacenado dentro de las ruinas. Le dieron una parte a los ciudadanos que habían sufrido a causa de los bandidos, pero todavía les quedaba una suma de dinero bastante grande.

“Bueno, no importa cuánto nos quede, todo es de Tizona”.

“¿Está bien así? Siento que ella requirió harto rescate. Sin embargo...”

“No necesitamos vendernos a nosotros mismos si no tenemos dinero. Pero si Tizona no tiene dinero, tendrá que venderse, ¿verdad? Entonces, para que no termine así, solo tomaremos nuestra remuneración. El resto es tuyo, Tizona”.

“Lo siento. Estoy en deuda contigo. Y...sobre lo que vi en ese entonces”.

Tizona parecía vacilante y Loren se rascó la cabeza en problemas. Aparte de que Gula y Mammon eran Dioses Malignos, Lapis también envió a un Dios Maligno a volar con una patada. Además, Tizona vio el estilo de pelea de Loren cuando estaba luchando contra el Dios Maligno. Por supuesto, era imposible considerar estos asuntos como nada, pero tampoco significaba que tuvieran que explicarle todo honestamente.

Mientras Loren se preguntaba qué se debería hacer, Tizona le dijo:

“Si es algo sobre lo que no quieres que te pregunten, decidamos que no he visto nada en absoluto. Juro por mi orgullo como mercenaria que, si no quieres hablar de ello, llevaré esta historia a mi tumba”.

“Lo apreciamos, pero... ¿Está bien eso?”

“Para ser honesta, tengo la sensación de que incluso si me dices la verdad, no sabré cómo lidiar con eso. Así que es más fácil y sencillo decidir que no he visto nada”.

“Eso es bastante inteligente de tu parte”.

Tizona no estaba segura de cuánto podía creer en su historia, y pensó que tal historia sería demasiado absurda para que la creyera un tercero si intentara contársela. Y así, se separaron sin que Loren tuviera que hacer nada en particular para callarla. Tizona, sintiéndose agradecida por su ayuda esta vez, también prometió que, si la necesitaban, solo tenían que ponerse en contacto con ella y ella vendría en su ayuda. Pero a Loren no le importaba mucho esta promesa, ya que Tizona estaba volviendo a su vida errante de mercenario, y sería difícil contactarla.

Para Loren, esta historia terminaba aquí, pero no para los demás. Como si temiera que los bandidos fugitivos volvieran a levantarse, el Reino envió tardíamente un equipo para perseguirlos y subyugarlos. No encontrarían ninguno, pero no era el deber de Loren decírselo. Aparte de la base y el depósito que habían destruido, había varios otros depósitos. Según Lapis, las cosas volverían a la normalidad una vez que esos depósitos fueran descubiertos y destruidos.

“Por otro lado, ¿está realmente bien dejarte a Mammon?”

Mammon, que tenía la mentalidad de un niño, pero el poder de un Dios Maligno, era especialmente problemático. Fue puesto bajo la custodia de Gula y ella lo había llevado a un lugar que nadie conocía. Loren lo encontró un poco cuestionable, y se lo dijo a Gula como tal. Ella solo lo miró dócilmente y se encorvó profundamente:

“Al menos no podrá hacer travesuras en un lugar que no conozco”.

“¿Por qué te parece que está bien que él haga cosas malas siempre y cuando sea en un lugar que conoces?”

“Está bien, haré que Lujuria lo vigile”.

Loren imaginó al Dios Maligno de la Codicia siendo vigilado por el Dios Maligno de la Lujuria, y apresuradamente detuvo sus pensamientos. Aunque esto apestaba a crimen, ambos eran seres más allá de la edad de los humanos, y tal vez las formas de pensar y los estándares de los humanos no deberían aplicarse a ellos. Era mejor para la salud mental de Loren pensar de esa forma, por lo que se apresuró a dejar de buscar explicaciones sobre este asunto.

“Pero, ¿qué quieres hacer? ¿Reunir a otros Dioses Malignos así? O debería decir, ¿por qué los Dioses Malignos siguen resucitando aquí y por allá?”

“No me preguntes por qué. Probablemente nuestros sellos se han aflojado o alguien los ha desatado deliberadamente. Le pregunté a Mammon, pero tampoco pude averiguar nada. ¿La razón por la que los estoy reuniendo es porque es más fácil de esa manera? ¿Quieres dejarlos sin control acaso?”

El razonamiento de Gula fue bastante persuasivo. Si los dejaban solos, nadie sabía qué tipo de estragos causarían. Y reunirlos definitivamente no era algo que los humanos pudieran hacer. En ese caso, tener a Gula, uno de los Dioses Malignos, dispuesta a hacerlo era mucho mejor que otras alternativas. No parecía haber ninguna razón para detenerla.

“¿Cuántos más hay?”

“Bueno, tenemos a Gula, Pereza, Lujuria y Codicia, así que quedan 3. Envidia, Orgullo e Ira”.

“Solo escuchar esos nombres me hace no querer conocerlos. ¿Por qué todos ustedes rondan a Wargenburg y sus alrededores para empezar?”

“Bueno, porque la capital del Antiguo Reino está por aquí. A menos que alguien investigue esto a fondo, creo que es más probable que aparezcan aquí”.

Así como no se conocía el nombre real del Antiguo Reino, no había registros sobre la ubicación de sus ciudades, o cómo eran. Lapis agregó que ni siquiera se sabía si su capital estaba en el continente o no.

“¿Conoces la ubicación exacta?”

“La topografía ha cambiado un poco, por lo que no puedo decir con certeza dónde está. Pero sé que está en algún lugar por aquí”.

“Si podemos excavar, descubriremos cosas inimaginables”.

“Hablando de cosas inimaginables, ¿no es esa ‘cosa’ de Loren una de ellas?”

Gula señaló la espada en la espalda de Loren. La gran espada negra se había roto durante la pelea con Mammon, revelando una gran espada blanca en su interior. Al poder atravesar la protección de un Dios Maligno como Mammon y herirlo, la espada definitivamente no era un arma infundida con magia promedio, pero su verdadera naturaleza aún era desconocida. Su filo estaba mucho más allá del conocimiento común, y si se dejaba caer con la punta afilada que tenía, su peso sería lo suficientemente alto como para romper las piedras y hacer que se hundiera en el suelo. Incluso se hundiría más antes de detenerse debido a su filo. Lo extraño era que, si estaba envuelta en una tela, su filo parecía ‘pasar desapercibido’: si Loren la usaba para cortar algo en ese estado, la tela no se cortaría. Por eso Loren podía llevarla en su espalda. Habría sido demasiado peligroso caminar de otra manera.

“Es demasiado afilada para ser una gran espada”.

“Yo también lo creo. Su filo era demasiado peligroso, por lo que estaba envuelta en hierro infundido con magia para ocultarlo”.

“El poder de Codicia no funcionó probablemente porque la capa de hierro infundido con magia actuó como su vaina. Reconoció la vaina como la espada, por lo que su poder no funcionó”.

“En resumen, ¿he estado luchando con la vaina de una espada hasta ahora? Sin embargo, nunca había oído hablar de una vaina con filo”.

“Probablemente porque esta espada es algo que debe estar oculto”.

Si la capa exterior no se hubiera roto, Loren estaba seguro de que nunca lo habría notado. Lapis supuso que la hoja exterior probablemente se había utilizado para ocultar la hoja interior, pero como se había roto, no había forma de confirmar su suposición ahora.

“Parece ser un artículo bastante valioso, ¿no?”

“Lo es. ¿Está bien dármelo a mí?”

Loren sabía que la hoja de hierro infundida con magia era muy rara. Si se usaba solo como una cubierta, no había duda de lo valiosa que era la hoja interior. Se preguntó si estaría bien para él poseer un artículo tan valioso, pero Lapis lo miró sin comprender:

“¿Hah? ¿De qué estás hablando? ¿No es algo que compraste en una tienda?”

“Sí, pero parece que solo tú conoces su verdadera naturaleza, Lapis”.

“¿Estás confiando en mí?”

Lapis miró a Loren con una especie de expectativa en sus ojos. Loren se preguntó por un momento cuál sería la respuesta correcta a su pregunta, pero al final decidió decirle lo que se sentía seguro de decir. Lapis lo estaba mirando, Loren le dio unas palmaditas en la cabeza y dijo:

“Claro que sí, y siempre lo haré”.

“Estoy muy feliz de escuchar eso”.

Lapis parecía un poco tímida, pero sonrió feliz tal como había dicho que estaba.

“Sí, él realmente depende mucho de ti, financieramente... Ah, no, nada”.

Gula soltó una palabra de más y recibió una mirada helada que era totalmente opuesta a la que le estaba dando a Loren.

Loren las miró con algo de sorpresa y metió la mano en el bolsillo de sus pantalones. Jugó con las dos monedas de oro que había recibido de Tizona como remuneración y pensó que este trabajo podría considerarse exitoso.

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